Título: La quinta mujer
Autor: Henning Mankell
Editorial: Tusquets
Género: novela policíaca, intriga, misterio
Páginas: 488
Publicación: 01/05/2000
ISBN: 978-84-8310-136-0
La placidez habitual de la ciudad sueca de Ystad se ve rota cuando, con cierto intervalo de tiempo, tres hombres aparecen salvajemente asesinados. Las víctimas llevaban una vida apacible y tranquila, dedicadas a la ornitología, el cultivo de orquídeas y la poesía, lo cual hace aún más incomprensible el casi insoportable sadismo de que han sido objeto. Durante la investigación del caso, Wallander -un detective vulnerable y con aires de antihéroe- descubre que no sólo debe enfrentarse a un asesino de temible inteligencia, sino que éste parece guiarse por un sanguinario y turbio deseo de venganza. Cuando por fin la policía cree estar tras la buena pista, un nuevo asesinato da un vuelco a la investigación y provoca un motín entre la asustada población local.Como ya viene siendo habitual en el blog, dedico esta semana a reflexionar sobre la violencia de género, en lo que pretende ser una pequeña aportación para erradicarla complemente. Por ello, todas las publicaciones de la semana corresponderán a libros que, de un modo u otro, hablan sobre la violencia doméstica.
Y empiezo con La quinta mujer, la primera novela que hemos leído este año en el club de lectura de adultos. Después de leer El chino, me apetecía probar la saga Wallander, así que aproveché que este estaba entre los lotes disponibles para compartirlo con mis compañeras de club.
Lo primero que he de decir es que sí me ha recordado mucho a El chino, no solo por el género o por el estilo del autor, sino por la forma de ir entretejiendo la trama principal (los asesinatos) con otros temas que tienen que ver con la sociedad y las costumbres de un país (China en aquel, Suecia en este) y, en este caso, con la actualidad (el libro está ambientado en los años 90) y la situación social, económica y política de ese momento.
En este sentido, hay una reflexión (muy interesante) sobre la violencia en general y sobre la violencia de género, en particular. Wallander se cuestiona, en varias ocasiones, el tipo de sociedad en el que vivimos y las dinámicas violentas que se establecen entre ellas en determinados momentos. El protagonista analiza el clima general del país en aquella época y se lamenta de la pérdida de unos ciertos valores, que tiene como contrapartida el auge de otros relacionados con la violencia. Aunque hable de Suecia, creo que gran parte de la reflexión se puede extrapolar al caso de España, con lo que sus apreciaciones me parecen muy interesantes.
El caso policial en sí se centra, precisamente, en un tipo de violencia en concreto: la que tienen que soportar las mujeres sometidas por un marido violento y maltratador. Varios casos van desfilando a través de las páginas del libro para sembrar en el lector esa reflexión general sobre la violencia.
El hecho, además, de que la asesina (no desvelo nada grave, se sabe desde el principio, aunque el hecho de que sea mujer -y una mujer con unas características tan especiales- confunde a la policía durante buena parte del caso y permite una reflexión muy interesante sobre lo que es propio de las mujeres y lo que es propio de los hombres) vengue a las víctimas de la violencia provoca un efecto extraño tanto en el lector como en algunos miembros del equipo de Wallander: la supuesta maldad del asesino queda un poco diluida por la "bondad" del justiciero. O, si no la bondad, sí la justicia, el ojo por ojo, la equidad. Otra buena reflexión para que el lector piense en ella: ¿es menos reprobable moralmente un asesino que mata por una razón, digamos... justa?
Todas las reflexiones que plantea la novela (incluso las personales, las que tienen que ver con Wallander y su vida personal: su padre, su hija, su pareja, su ex...) me han resultado muy interesantes aunque el caso en sí me ha dejado un poco descolocada. Como ya digo, desde el principio sabes quién es la asesina (o lo intuyes desde el principio y lo vas confirmando en los primeros capítulos) así que el grueso del enigma se centra en descubrir el porqué. La novela tiene un ritmo muy bueno (se lee sin que te des cuenta) pero es verdad que la trama avanza muy despacio y en el club nos ha pasado que de una reunión a otra (y tras leer otras ciento y páginas más) poco habíamos avanzando en las conclusiones finales.
Unas conclusiones finales que se hacen esperar hasta el epílogo de la novela pero que, en el fondo, cuando las lees... también te dejan un poco fría porque ya lo sabías (o lo habías deducido) todo. Sí, hay alguna sorpresa al final... pero la sensación es: "pues sí, lo que yo pensaba. ¿Y?".
En cualquier caso, esa sensación final no le quita interés ni a las reflexiones planteadas ni al desarrollo tanto del caso como de las subtramas incluidas en la novela. Así pues, lo más seguro es que siga leyendo a este Wallander, que es un auténtico antihéroe, alejado de algunos modelos de investigadores y policías que rozan las perfección. Un Wallander bastante desastroso, que nunca lleva boli y papel encima para apuntar, al que le cuesta que las intuiciones lleguen a conformarse en pensamiento racional pero que tiene una capacidad deductiva y una intuición asombrosas.
Nos seguimos leyendo.
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Reto Olvidados: 28