Revista Diario

La R-evolución de la paternidad

Por Belen
Quería compartir con todos vosotros el post escrito para El Club de las Madres Felices. Y lo quiero dedicar a mi pareja, mi marido, el padre de mi hijo, y a todos los padres que se implican y viven la crianza de sus hijos. Los tiempos cambian y entre todos debemos luchar porque la verdadera r-evolución sea la de la familia.
Aquí lo tenéis, espero que os guste:

Comunidad virtual de madres, cibertribu, madres blogueras, …, las madres hacemos correr ríos de tinta últimamente. Pero ¿y los padres?, ¿qué papel juegan en esta aventura de la crianza de los hijos?.

Las mujeres reivindicamos poder vivir nuestra maternidad en toda su plenitud. Muchas optamos por una crianza basada en el respeto, el apego, el cariño sin límites. Pero en ocasiones se nos olvida hablar de nuestros compañeros de viaje, los padres de nuestros hijos.

Me atrevo a decir que la paternidad está de moda. En las últimas décadas muchos son los cambios acontecidos. Hasta no hace mucho tiempo los hombres no atendían cosas como cambiar pañales, alimentar, despertar en las noches de enfermedad o malos sueños, educar, poner límites, jugar en el parque. En definitiva, no compartían la infancia de sus hijos. Los padres delegaban por completo en las madres. Y la mujer, estoicamente, se hacía cargo de todo. Se daba por hecho que era la encargada de atender, cuidar y criar a los hijos. Recuerdo haber escuchado en más de una ocasión algo así como “eso es cosa de mujeres”.

Pero las cosas están cambiando, aunque aún queda mucho trabajo por hacer. Y lo que a mi me gusta llamar R-evolución, también ha llegado a la paternidad. Los hombres, los padres, ahora sí son parte activa y participativa en la crianza y educación de los hijos.

Todavía recuerdo con orgullo como mi pareja asistió emocionado e ilusionado a las clases de preparación al parto. Recuerdo cómo descubrió y leyó con avidez a Carlos González y otros textos sobre crianza y lactancia. Revivo en mi memoria cómo disfrutaba viendo lactar a nuestro hijo, o durmiendo a su lado. Veo como cada día lee atento y entusiasmado los blogs de maternidad y crianza, o todo lo relacionado en las redes sociales. Disfruto cada día viendo como padre e hijo disfrutan el uno del otro, se quieren, se necesitan.

Juntos nos hemos hecho padres, juntos hemos madurado esta faceta personal que tantas satisfacciones y quebraderos de cabeza nos da.

Así que cuando hablamos de R-evolución maternal creo que sin darnos cuenta los excluimos. Más bien deberíamos hablar de R-evolución familiar. Todo lo que yo hago, pido o exijo lo hago para y por mi familia. Y Él también. Papá quiere una jornada laboral que le permita disfrutar, educar y estar con su hijo y su familia. Papá quiere aprender y asistir a las charlas y conferencias relacionadas con la crianza. Papá quiere asistir a un Grupo de Madres y/o padres para compartir ideas, preocupaciones, dudas. Papá quiere que los niños sean criados con respeto y apego. Papá quiere que madres e hijos puedan estar juntos el mayor tiempo posible mientras son bebés y dure la lactancia. Papá cree y defiende el parto respetado y la lactancia a demanda. Papá quiere las mismas cosas que Mamá. Aquí está la esencia de esta evolución y a su vez revolución. Aquí reside nuestra igualdad, no en nuestra sexualidad.

La familia es el pilar básico de cualquier sociedad, y en la nuestra la estamos despreciando. Somos esclavos de lo laboral y pensamos que dando a nuestros hijos bienes materiales cumplimos nuestro deber. La mejor herencia que podemos dar a nuestros niños es una crianza amorosa, respetuosa, donde mamá y papá estén. Da igual el tiempo de calidad, o el tiempo en cantidad, se trata de darles tiempo sin más.

La familia, la paternidad, la maternidad, todo ha de ser sinónimo.


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