Si la protagonista de la noticia es Sánchez por sus presuntos delitos, una fotografía suya es más que suficiente para ilustrar la portada. Sin embargo, el periódico dirigido por Francisco Marhuenda prefiere publicar una imagen de la imputada con un adorno: un cartel con el lema Vamos, Manuela, gesto con el que Sánchez mostró su apoyo a Carmena en las elecciones municipales del pasado 24 de mayo.
Sólo los ciegos que no quieren ver no notarán la parcialidad de la foto elegida, que busca a toda costa el vínculo entre la imputada y la alcaldable. Pero ese no es el asunto de la entrada de hoy.
Tampoco lo son las malas artes usadas por el rotativo madrileño, que difunde como propia una instantánea que no es de su propiedad, sino que pertenece al fotógrafo Luis Gaspar, por cuyo estudio pasaron Tania Sánchez y otras personas para retratarse con el lema pro Carmena. Quien quiera saber lo que opina Luis Gaspar de que se reproduzcan trabajos suyos sin consultárselo previamente, que eche un vistazo a su timeline de Twitter.
Pero, lo dicho, el post de hoy se centra en otro detalle de la portada de La Razón. Y ese elemento es el pie de foto o descripción que acompaña a la imagen de Tania Sánchez:
Lo que va subrayado en rojo es una coma, signo de puntuación que no pinta nada en esa frase. El Diccionario Panhispánico de Dudas explica que es incorrecto escribir coma entre el sujeto y el verbo de una oración. Hay dos excepciones a esta regla: la primera, cuando el sujeto es una enumeración que se cierra con etcétera (o su abreviatura etc.); y la segunda, cuando inmediatamente después del sujeto se abre un inciso o aparece cualquiera de los elementos que se aíslan por comas del resto del enunciado.
Es decir, sería correcto escribir que Tania Sánchez, expareja del líder de Podemos, apoyó la campaña de Carmena para el Ayuntamiento. Pero en "La ex pareja del líder de Podemos, apoyó la campaña de Carmena para el Ayuntamiento", la coma merece un sic.