¿Eres de los que no está contento con el sistema educativo en España y además te estresa que tus hijos no vayan a hablar inglés decentemente cuando sean adolescentes? ¿Te da la risa cuando oyes lo de «colegio bilingüe en muchos centros españoles?
Pues quédate hasta el final en este post porque voy a contarte como son los colegios británicos en España y cuáles son sus ventajas. Y no, no es solo que tus hijos terminarán el bachillerato hablando inglés como Beckham.
¿Qué es un British School y por qué está en auge en España?
Cuando escuchamos hablar de un British School en España, muchas veces lo asociamos simplemente a un “colegio privado con clases en inglés”.
Pero la realidad es mucho más profunda: se trata de centros educativos que adoptan íntegramente el sistema británico, con su estructura, metodología, asignaturas, y hasta su forma de evaluar.
No es solo el idioma, es una filosofía educativa distinta.
Estos colegios ofrecen a los alumnos la misma experiencia académica que recibirían si estudiaran en el Reino Unido. Siguen el British National Curriculum, cuentan con profesorado nativo o bilingüe, y se enfocan desde el principio en formar estudiantes autónomos, críticos y globales.
Desde los primeros cursos se utiliza el inglés como lengua vehicular real, lo que marca una diferencia radical frente a modelos bilingües más tradicionales.
En los últimos años, el número de familias que han decidido apuntar a sus hijos en un colegio «British» ha crecido mucho. ¿Por qué?
La respuesta está en la promesa de una educación más abierta, más práctica, y mejor adaptada a los desafíos del mundo actual. Las familias buscan que sus hijos dominen el inglés de forma natural, pero también que desarrollen habilidades blandas, creatividad, confianza al expresarse y una mentalidad internacional. Y en todo eso, el modelo británico lleva ventaja.
El crecimiento de estos coles británicos en España se debe también al interés por ofrecer una alternativa sólida a la enseñanza pública o concertada, especialmente entre padres que valoran una educación más personalizada, con grupos reducidos y una fuerte orientación a resultados.
En este sentido, los British Schools representan una inversión en el futuro académico y profesional de los hijos, desde etapas tempranas hasta el acceso a universidades internacionales.
Ventajas del sistema educativo británico frente al español
Una de las cosas que más llaman la atención del sistema educativo británico es su forma de enseñar. Es bastante diferente al sistema español.
Aquí no se trata de memorizar datos para vomitarlos en un examen, sino de aprender a pensar, a razonar y a defender tus ideas. Desde pequeños, los niños se acostumbran a hablar en público, a investigar y a trabajar en equipo. Eso se nota.
También hay menos clases llenas de teoría y más cosas prácticas. Se trabaja por proyectos, se fomenta la curiosidad y se da importancia al proceso, no solo al resultado final.
Y otra diferencia clave: se evalúa de forma continua, no te lo juegas todo en un examen.
Además, muchos British Schools ofrecen todas las etapas educativas bajo el mismo sistema. Si quieres ver un ejemplo claro de cómo se estructura, puedes echar un vistazo a las etapas de la educación internacional británica, que lo explica bastante bien.
El inglés no es una asignatura
En los British Schools el inglés no es una asignatura más, es el idioma que se habla en las clases, en el patio, entre los niños… Se usa para todo: mates, ciencias, historia… desde el primer día. Eso marca la diferencia. No es lo mismo dar dos horas de inglés a la semana que vivir en inglés todos los días, con profes nativos y un entorno que te obliga a usarlo sí o sí.
Esto hace que los niños no solo entiendan el idioma, sino que piensen en él. Van cogiendo expresiones reales, pronunciación natural y fluidez sin apenas darse cuenta. No aprenden para aprobar un examen, aprenden para comunicarse de verdad. Y eso se nota cuando salen fuera o cuando tienen que enfrentarse a un examen oficial.
Aprender inglés así, con naturalidad, desde pequeños, es lo que hace que luego los exámenes de Cambridge no sean un drama. Te los preparas sin agobios, porque ya formas parte del idioma desde hace años.
El Bachillerato británico y su valor internacional
Cuando se acercan los últimos años del cole, llega el momento del famoso A-Level, que es como el bachillerato británico. Y aquí viene lo bueno: este tipo de bachillerato abre muchas más puertas de lo que parece.
Primero, porque está reconocido a nivel internacional. Si tu hijo quiere estudiar en Reino Unido, en Europa o incluso en Estados Unidos, los A-Levels pesan, y mucho. No es solo cuestión de notas, es que las universidades saben lo que hay detrás de esos exámenes: un nivel alto, exigencia, y preparación seria.
Segundo, porque no tienes que estudiar todo. Puedes elegir asignaturas que te interesen, y eso ayuda a enfocarte desde el principio. Si te gusta la ciencia, te centras en eso. Si prefieres letras, lo mismo. Así vas con una base mucho más fuerte a la universidad.
Si quieres ver cómo funciona esto en un cole real, te dejo el enlace a su página sobre el Bachillerato británico A-Levels, para que lo veas tú mismo.
La conexión natural con los exámenes Cambridge
Aunque no es obligatorio que un alumno de un British School haga un examen oficial como el B2 o el C1 de Cambridge, lo cierto es que todo va en esa dirección. No porque lo exijan, sino porque el sistema educativo británico, desde que empiezan los niños, ya prepara sin querer para ese tipo de pruebas.
Al estudiar todas las asignaturas en inglés y vivir el idioma en clase, en los pasillos y en el día a día del colegio, los alumnos van ganando una base muy sólida. Hablan con soltura, escriben bien, entienden textos complejos, saben expresarse… Y cuando llega el momento de presentarse a un Cambridge, no necesitan prepararse desde cero. Ya están preparados.
Por eso se dice que los British Schools y los exámenes de Cambridge “van de la mano”. No porque uno dependa del otro, sino porque el camino que recorren los alumnos dentro del sistema británico les deja listos para certificar su nivel si lo necesitan. Muchos coles, además, animan a sus alumnos a presentarse para reforzar el CV, acceder a becas o universidades internacionales. Tiene sentido, y no cuesta esfuerzo extra.
¿Es para todos?
No siempre. Estudiar en un British School no es lo mismo que ir a un cole público o concertado. Es una inversión, tanto a nivel económico como familiar. No todo el mundo puede o quiere asumirlo, y es normal.
También hay que entender que no todos los niños se adaptan igual de bien a un entorno completamente en inglés desde pequeños. Algunos lo disfrutan desde el primer día, y otros necesitan más tiempo. Lo bueno es que, en general, estos coles tienen un enfoque bastante individualizado y grupos más pequeños, así que suelen ayudar mucho en esa adaptación.
La clave está en saber qué quieres para tus hijos. Si buscas una educación enfocada al inglés real, que les dé opciones fuera de España y que trabaje habilidades útiles para la vida, el sistema británico tiene mucho sentido. Pero como todo en educación, depende de cada caso.
Conclusión: ¿es mejor el sistema británico que el español?
No es cuestión de blanco o negro, pero si miramos los resultados, el sistema británico tiene ventajas claras. Es más práctico, fomenta el pensamiento crítico y la expresión oral, y los alumnos suelen sacar mejores resultados en informes como PISA. España obtuvo 473 puntos, siendo la media de la OECD 472 puntos, mientras que Inglaterra alcanzó los 492 puntos.
Tus hijos será bilingües de verdad. No tendrá que mandarlos a Bristol o Irlanda todos los veranos.
Espero que este post te haya ayudado a entender mejor como funciona el sistema educativo británico y como son los British School en España.
