La rebeldía de Vettel

El piloto de Red Bull domina de principio a fin un insípido GP de EE UU y logra su octava victoria consecutiva, una racha con la que supera a Schumacher

Vettel, durante la carrera - AFP. 

Poco se podía imaginar Sebastian Vettel (Heppenheim, Alemania, 1987) cuando debutó en la Fórmula 1 a medios de julio de 2007 con un octavo puesto en el GP de EE UU y en el circuito de Indianápolis que más de seis años después lograría en ese país, pero en otro circuito, el de Las Américas de Austin, su 38ª victoria y la octava consecutiva. Algo que nunca logró su compatriota Michael Schumacher, que con 91 triunfos es junto a Alain Prost (51) y Ayrton Senna (41) los únicos que superan a Vettel. Un piloto rebelde e insaciable al que en su equipo no consiguen cambiar de ninguna de las maneras ni en carreras tan insípidas como la que tuvo lugar en Austin y con su cuarto título matemático desde hace unas semanas. "Es más importante alargar la parada y que duren los neumáticos que correr rápido", le advirtieron  desde la radio. Su réplica fue marcar la vuelta rápida. La de la carrera se la reservó hasta el antepenúltimo giro en una prueba que no se animó ni con la salida del coche de seguridad nada más empezar por el accidente de Sutil. En la salida Romain Grosjean se colocó segundo y ya no cedió pese a los achuchones de Webber, tercero tras otra puesta en escena complicada. Hamilton fue cuarto y Rosberg, noveno, con lo que Mercedes es segunda y tiene muy cerca el segundo puesto final en el Mundial de constructores, pues aventaja a Ferrari en 15 puntos a falta de la carrera en Interlagos. Alonso, eso sí, se aseguró otro subcampeonato, el tercero de su carrera, repitiendo el quinto puesto que logró en Abu Dabi. 

"Hacer segundo con los Red Bull es ser primero de los mortales", sentenció el piloto asturiano, sin opciones de podio y que tuvo que hacer de tripas corazón para contener a Hulkenberg, uno de los diferentes candidatos que sonaron para ocupar la vacante en Ferrari de un Massa penalizado por sus problemas con el KERS y que solo pudo ser 13º. Felipinho acabó en la misma posición en la que empezó e hizo una parada más (dos) que la media docena de pilotos que le superaron. También un par de veces fue a boxes Kovalainen, sustituto en este tramo final de curso de Raikkonen en Lotus, y que decepcionó con un 15º puesto que no se corresponde con el rendimiento del E21. Una máquina a la que Grosjean llevó al segundo puesto para igualar su mejor actuación, la de Canadá 2012. El francés suma ya seis podios este curso y es el piloto más en forma en el epílogo del Mundial exceptuando, claro a Vettel, tan feliz como un niño con un juguete nuevo al que ahora le ha dado por hacer donuts para festejar sus triunfos y que sabe valorar lo que está viviendo. "Nos tendremos que acordar de estos días porque no todos serán así", advirtió por radio a su equipo: "Sois un equipo increíble. Os quiero". En Brasil Vettel tendrá el reto de igualar el récord de Schumacher de victorias en una misma temporada, las 13 que logró Schumi en 2004.