OKLAHOMA CITY (AP) – Una rebelión de maestros que comenzó en las colinas de West Virginia se extendió como un incendio en las praderas a Oklahoma esta semana y ahora amenaza con llegar al desierto en Arizona.
En el profundo estado rojo de Oklahoma, la Legislatura liderada por republicanos aprobó dinero para aumentos de maestros y más fondos escolares, incluso aumentando los impuestos a la cacareada industria del petróleo y el gas para hacerlo. La gobernadora republicana Mary Fallin se apresuró a firmar las medidas el jueves.
Los maestros de Oklahoma se inspiraron en West Virginia, otro estado rojo donde una huelga de 9 días generó aumentos de maestros del 5 por ciento. Los maestros de Oklahoma no han tenido un aumento en una década de control republicano y ganaron aumentos de entre 15 y 18 por ciento. Ahora, los maestros en Arizona se apretujaron esta semana en el Capitolio dirigido por los republicanos, exigiendo un aumento salarial del 20 por ciento de los maestros.
“West Virginia nos despertó”, dijo el presidente de la Asociación de Educadores de Arizona, Joe Thomas, a una multitud entusiasta en una protesta esta semana en Phoenix.
En Oklahoma, los aumentos de impuestos en la producción de cigarrillos, combustible y petróleo y gas serán suficientes para aumentar un promedio de aproximadamente $ 6,100 al año, así como aumentos de fondos para las escuelas, el personal de apoyo y los trabajadores estatales.
Oklahoma ocupa el puesto 47 en la nación en ingresos de escuelas públicas por alumno, casi $ 3,000 por debajo del promedio nacional, mientras que su salario promedio de maestros de $ 45,276 ocupa el lugar 49, según las estadísticas más recientes de la Asociación Nacional de Educación.
“Muchos maestros simplemente están cansados de las promesas”, dijo Alberto Morejón, profesor de historia secundaria de Stillwater, Oklahoma, quien lanzó una página de retirada de maestros en Facebook que rápidamente alcanzó a más de 70,000 seguidores.
Muchos estados liderados por los republicanos están sintiendo el rechazo después de años de recortes de impuestos que han recortado los fondos para los servicios básicos del gobierno, como las escuelas públicas, dijo Lily Garcia, presidenta del sindicato de maestros NEA.
“Ha sido un desastre sin paliativos, y ahora está volviendo a casa para ayudar a todas aquellas personas que recortan impuestos a ciegas, sin importarles cómo eso afectará a las comunidades”, dijo García.
La revocación de los recortes de impuestos en Oklahoma fue particularmente sorprendente, porque los legisladores allí incluyeron un alza en la industria de la energía normalmente sacrosanta, aumentando el impuesto a la producción de petróleo y gas natural del 2 por ciento al 5 por ciento. En la Legislatura, donde los legisladores necesitaban una mayoría de tres cuartos en ambos organismos para aprobar un nuevo impuesto, la Cámara votó incluso cuando el multimillonario barón petrolero Harold Hamm, presidente y director ejecutivo de Continental Resources, los miró desde la galería.
Fallin, quien en 2014 firmó la ley de recortes impositivos en los ingresos y la producción de energía, firmó las medidas rápidamente con la esperanza de evitar cierres de escuelas en todo el estado. Anteriormente, elogió el apoyo bipartidista del paquete y dijo que espera que las huelgas de maestros programadas para comenzar el lunes se conviertan en una manifestación de educación de un día.
“Eso dependerá de los maestros, pero espero que puedan venir aquí, decir ‘gracias’ el lunes y regresar a las aulas”, dijo Fallin.
Tanto en Arizona como en Oklahoma, los maestros están reflexionando sobre si la oferta actual de la Legislatura es suficiente para evitar un paro laboral. El sindicato en Oklahoma estaba exigiendo $ 75 millones en nuevos fondos para educación, y se espera que obtenga $ 50 millones en virtud del plan.
Mientras que algunos administradores escolares de Oklahoma y miembros de la junta directiva están mareados por la infusión de efectivo nuevo, muchos maestros de base exigen que se cumplan todas sus necesidades antes de aceptar parar una huelga.
“Necesitan financiar mejor nuestras escuelas, y hasta que eso suceda, nos vamos a ir”, dijo Adrien Gates, un maestro de escuela primaria en Norman. “Necesitamos llevar esto hasta el final. De lo contrario, nos conformaremos”.
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La periodista de Associated Press Melissa Daniels contribuyó con este informe desde Phoenix.
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