El último trimestre, va a ser calentito. Griegos, portugueses menos, nos han demostrado el gran impacto que causa en los alemanes y en el BCE las huelgas, manifestaciones y demás medios “clásicos” para protestar contra recortes y restricciones: risa y reafirmación en que su postura es la correcta. Tomado de la Wikipedia:
“Según la tradición, en 390 a. C., tras su victoria, Breno accedió a negociar su retirada de la ciudad (había conquistado Roma) mediante un rescate convenido por ambos lados combatientes. Dicho rescate consistiría en un botín de mil libras romanas en oro (unos 327kg).
Cuando los romanos percibieron que los galos habían amañado la balanza en que se pesaba el oro, protestaron ante su jefe Breno, quien se limitó a arrojar su espada para añadirla al peso de la balanza mientras decía «Vae victis!».La frase sobrevive hasta nuestros días, usándose para hacer notar la impotencia del vencido ante el vencedor, sobre todo en las negociaciones entre ambos”.
Los Romanos aprendieron la lección, y unos cuantos siglos después se la devolvieron a los Galos de Breno.
Pero bueno, la verdad es que esas huelgas molestan, pero como nada resuelven, porque se protesta contra alguien que nada puede resolver, al final tendrán la misma eficacia que darse un tiro en el pie, seguir andando, pero a la pata coja. La que me parece preocupante es la rebelión de los paganos. De los que estamos pagando. Y que cada día seguimos trabajando para descubrir que (lista nada exhaustiva):
- Si le pagas impuestos a Hacienda no tienes derecho a ayudas y subvenciones.
- Los medicamentos te cuestan más caros, y dentro de nada, seguramente también el medico.
- Se te vilipendia porque “eres rico”, sin nadie preguntarte que has hecho para obtener esa “riqueza”.
Potenciar al que se lleva, y castigar al que aporta, dejándole la certeza de que “van por él”, y cuanto más se esfuerce, antes le arrasarán las cuentas. Se ataca al “rico”, pero como a este no hay quien lo alcance, se le castiga en el profesional de clase media que saca el país adelante.
Los paganos se están cansando de la persecución. Se están preguntando en qué medida su esfuerzo no empieza a ser , mas que una estupidez, una fuente de peligros. Primero está la rebelión pasiva, dejar de hacer. Irse. Después llegará la activa. Y si los paganos de afuera se han rebelado, y los de dentro empiezan a hacerlo, el edificio se derrumba. Quizás por eso sean ya tantos los que se pregunten ¿y de verdad es tan mala una intervención?