Ana Bordas
La oposición aliada al Imperio no cesa de buscar desesperadamente una situación de desestabilización en nuestro país para la tan anhelada intervención, sabíamos de los planes a todas luces desesperados, que deberían producirse antes del 5 de Julio en que se conmemoran los 200 años de la Independencia, pero además la creación del CELAG sin Canadá ni EEUU pero con Cuba.
Los planes están montados, la situación del Penal del Rodeo es una de las aristas de este plan, junto a la gran cantidad de armas que han entrado al país desde Colombia y han sido colocadas en algunas Urbanizaciones del Este de Caracas, Caricuao y Montalbán, las oficinas clandestinas de la CIA, el MOZAD y Los PARAMILITARES ubicadas en los estados Aragua, Táchira y Zulia y que no nos cansaremos de decir, la campaña mediática de mentiras y descrédito al mejor estilo CIANAZI, instando a la revuelta Civil, y repitiendo una y otra vez y de manera hipnótica situaciones que no se han producido, etc. etc., todo ello aderezado con la complicidad de nuestra derecha endógena, la quinta columna disfrazada de rojo rojitos, civiles y militares, y además capitalizando nuestros propios errores y aquí tenemos la receta que el Imperio ha cocinado para La Republica Bolivariana de Venezuela y la Revolución Bolivariana.
Indudablemente que no podemos aducir desconocimiento y mucho menos ignorancia con respecto a la complicidad que desde adentro de la Revolución se viene gestando desde hace tiempo, así como la certeza de que los últimos acontecimientos desestabilizadores tienen autoría común, y proceden del mismo sitio, tratando de buscar una rebelión “popular” o alguna manera que valla “in crecendo” hasta lograr el efecto necesario y perseguido por el Imperio, que por ahora, juega a las presiones y sanciones extravagantes y locas que afectan más a los países quebrados y sumergidos en la crisis económica más abyecta que a la Republica Bolivariana de Venezuela, productor y proveedor de energía a todo los pueblos del mundo.
La respuesta del gobierno tiene que ser clara y contundente para que el pueblo pueda comprender, la conspiración tiene cabeza y cola, y el pueblo debe saberlo, las decisiones alocadas e impensadas del Imperio y sus aliados se suceden una tras otras sin medir las consecuencias que a ellos mismos les producirían.
“El problema con los altos mandos militares y políticos de EEUU en sus líneas de mando y decisión es la cantidad de problemas sicológicos y perturbaciones emocionales que padecen y su dependencia de fármacos y drogas narcóticas, lo cual los mantiene en un estado permanente de perturbación emocional y volitiva. De ahí a cometer cualquier acto que desencadene el desastre, hay solo un paso. Por ello es bueno saberlo y estar alerta. Este comportamiento y estado emocional lleva a una distorsión constante de la realidad sin dar cabida a la racionalidad de quien debe decidir y dirigir”.
El estar el pueblo Revolucionario apropiado de la verdad, de donde estamos parados, con quien contamos, donde están nuestros enemigos y quienes son, nos permitirá elaborar una verdadera y legitima defensa, y para ello tenemos que derribar los dogmas y las pusilanimidades, las vendas que nos impidan con objetividad y sangre fría, ver más allá y ubicarnos en la realidad para defender lo que hemos construido, por encima de falsos conceptos y retórica muy bonita que nos recitan una y otra vez los que están interesados en que nos estanquemos y no sigamos hacia adelante, el pueblo Revolucionario constructor de la Comuna sabe lo que tiene que hacer, y esa certeza indica que la Revolución Bolivariana no involuciona, se profundiza y cambia pero para más, por encima de miles de estorbos que aparezcan en el camino, el pueblo verdadero a de trascender para seguir construyendo. A doscientos años de la Revolución Bolivariana no aspiramos a menos.
Confiamos en el Líder.