Visto en la exposición “Paul Durand-Ruel y los Últimos Destellos del Impresionismo”, exposición que se puede ver en la Fundación Mapfre (Madrid) hasta el 5 de enero de 2025.
En primer lugar, un poco de introducción sobre quién era Paul Durand-Ruel, aunque en futuras entradas ampliaremos la información. La propio muestra señala como introducción lo siguiente:
«Hasta bien avanzado el siglo XIX, el principal escaparate para la promoción de los artistas en Francia era el Salón de París, una gran exposición de arte en la que un jurado de formación académica era el responsable de aceptar las obras que se exhibirían y que, por tanto, respondían al gusto oficial. Esto hacía que muchos creadores vieran excluidos del mercado artístico. La creciente presencia de galerías y marchantes a partir de la década de 1870 cambió por completo las reglas de juego y Paul Durand-Ruel contribuyó de modo fundamental a ello.
Visionario y audaz, Durand-Ruel creó métodos de trabajo muy innovadores en su momento. El marchante obtenía la exclusiva sobre el trabajo de los artistas, compraba en bloque su producción, mensualizaba sus ingresos y les daba su apoyo en las subastas y a través de la organización de exposiciones individuales y colectivas en sus galerías de París y Nueva York, y en otras sedes europeas y norteamericanas».
Henry Monet fue uno de esos artistas que le vendían sus obras:
En 1876 Henry Monet (Cherburgo 1856 – París 1913), entró en la Escuela de Bellas Artes de París, tras tomar clases de pintura durante su servicio militar. Desde los inicios de su carrera expuso en distintos salones escenas que plasmaban las costas del sur de Finisterre, en Bretaña.
En 1888, en Pont-Aven, entró en contacto con Paul Gauguin, Émile Bernard y Gustave Loiseau, con los que inició una larga amistad. A finales de 1894, se instaló definitivamente en la localidad costera de Doëlan, y viajo por la costa y las islas de Bretaña (Groix, Ouessant, Belle-Île-en-Mer, Houat, Glénan). En 1895 conoció a Paul Durant-Ruel, quien le garantizaría compras regulares y le protegería de las preocupaciones materiales.
En cuanto al cuadro:
«En 1895 Paul Durand-Ruel se interesó por la obra de Henry Moret, con el que estableció una colaboración de diecinueve años en los que el marchante le organizó seis exposiciones individuales, dos de ellas en su galería de Nueva York. En total llegó a comprarle más de seiscientas obras. En 1959, con motivo de la exposición monográfica que le organizó en su sede de París, el crítico Henry Hugault escribió: «En Henry Moret, está toda Bretaña y en Bretaña todo Henry Moret».
Until well into the 19th century the principal showcase in France for artists’ work continued to be the Paris Salón, a major art exhibition in which a jury of academic artists was responsible for selecting the works to be exhibited, which consequently reflected official taste. As a result of this System números creators were excluded from the art market. The growing presence of galleries and dealers from the decade of the 1870 completely changed this situation and Paul Durand-Ruel made a fundamental contribución in this sense.
Visionary and audacious, Paul Durand-Ruel devised working methods that were highly innovaive for the time. He acquired exclusive rights to his artists’ work, purchased their entire output, paid them on a monthly basis and supported him at auctions and through the organisation of individual and Group exhibitions at his galleries in Paris and New York and his her European and American spaces.
The author of this painting is Henry Moret:
(He) (Cherbourg, 1856 – Paris, 1913) entered the School of Fine Arts in Paris after taking painting classes during his military service. Form the outlet of his career he exhibited at various salones, showing scenes of the cosas of Southern Finisterre in Brittany,
In Pont Aven in 1888 Moret made his first contact with Paul Gauguin, Émile Bernard y Gustave Loiseau, with whom he forged long-lasting ties of friendship. In late 1894 he settled permanente in the coastal Town of Doëlan and travelled around the coastline and Islands of Brittany (Groix, Ouessant, Belle-Île-en-Mer, Houat, Glénan). In 1895 Moret met Paul Durand-Ruel who guaranteed him purchases and protected him from material worries.
The painting:
(The 19-yr collaboration) included the organization of 6 solo exhibitions, two of them in a NY Gallery. In total, the dealer bought more than six hundred works from Moret. On 1959, on the occasion of the retrospective exhibition on the Artist which Durand-Ruel organised at a Paris Gallery, the critic Henry Hugault wrote: «In Henry Moret there is all of Brittany, and in Brittany all of Henry Moret.