Revista Opinión

La RED

Publicado el 31 diciembre 2015 por Lordagar

En fechas señaladas cómo la de fin de año, la utilización de la RED se incrementa; es lógico y normal, todas las personas que tienen contratado un servicio, hacen uso del mismo. Es su derecho.

El problema es que pagamos por un servicio de RED, que se satura cuándo es utilizado al mismo tiempo, por la mayoría o todos los usuarios.

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Las personas se relacionan entre si, mediante las redes sociales, ya no tan sólo de forma privada si no que también en el área profesional.

Desde sus orígenes , el ser humano se comunica entre si, se relaciona, es

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una necesidad innata de la persona, que a lo largo del tiempo ha ido evolucionando en sus formas hasta la actualidad, con el uso de la última tecnología que nos proporcionan las redes sociales en el presente.

Profundizando en la cuestión, cómo no, !!sorpresa¡¡, volvemos a encontrarnos implicados a tres sectores: empresas, Gobierno y consumidores.

En el ranking de quejas presentadas por los consumidores, la telefonía y todos sus servicios, están en primera posición desde hace muchos años. El gobierno (ya no es novedad) no soluciona el problema de estafa al que

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estamos sometidos. Las empresas dicen que tienen dificultades para instalar antenas, por reticencia de vecinos, o cobros (en su opinión) excesivos de los ayuntamientos para su instalación. También es verdad que las empresas, miran de gastar lo mínimo posible, por lo tanto, tampoco gastaran en realizar inversiones.

La situación es que si por ejemplo la RED tiene una capacidad determinada para cien usuarios, las empresas suministradoras venden servicio a muchos más de cien, sin ponerse límite. Nos cobran velocidades de conexión que no recibimos, pero claro, redactan contratos dónde especifican que la velocidad puede variar de cero a lo que tengamos

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contratado. Sí la linea que distribuye en una calle la señal, no admite una velocidad superior a 10 Mb, tienen la desfachatez de vendernos 20 Mb; por mucho que varíe la velocidad de conexión, en la vida nos pueden llegar, ya no los veinte, si no unos espectaculares 11 Mb. Esto es estafa.

El Gobierno debe exigir y obligar a las empresas suministradoras, a cumplir con el servicio que cobran, sin ambigüedades.

No estamos hablando de caprichos, estamos hablando de la necesidad social y profesional de comunicarnos, que a lo largo de toda la historia de la humanidad hemos tenido.

No tengo inconveniente en comunicarme por carta escrita a mano, ir a pie

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a todos los sitios(incluido el trabajo), utilizar un teléfono público; los que tienen inconvenientes de que tardemos tres horas a pie en llegar al trabajo, no estemos conectados a la RED, son justamente las empresas y el Gobierno; socios y aliados una vez más en contra de los ciudadanos.

Sin ánimo alguno de ser irónico, sinceramente os deseo a todos:

!!Feliz y Próspero Año Nuevo¡¡ 


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