Vuelve Carmen Mola: el último fenómeno de la novela negra española y la autora más audaz y enigmática.
"¿La Elena Ferrante española? Carmen Mola irrumpe con fuerza en el panorama de la novela negra." (Juan Carlos Galindo, El País)
Un día tórrido de verano la inspectora Elena Blanco, al frente de la Brigada de Análisis de Casos, irrumpe en la vivienda de una familia de clase media y llega hasta la habitación del hijo adolescente. En la pantalla de su ordenador se confirma lo que temían: el chico está viendo una sesión snuff en directo en la que dos encapuchados torturan a una chica. Impotentes, presencian cómo el sádico espectáculo continúa hasta la muerte de la víctima de la que, de momento, no conocen el nombre. ¿Cuántas antes que ella habrán caído en manos de la Red Púrpura?
La BAC ha estado investigando a esta siniestra organización desde que salió a relucir en el caso de "la novia gitana". Durante meses ha recopilado información de este grupo que trafica con vídeos de violencia extrema en la Deep Web, la cara oculta de la Red. Y a lo largo de todo este tiempo, Elena Blanco ha mantenido en secreto, incluso para su compañero el subinspector Zárate, su mayor descubrimiento y temor: que la desaparición de su hijo Lucas cuando no era más que un niño pueda estar relacionada con esa trama macabra.
¿Dónde está? ¿Quién es realmente ahora? ¿Y cuáles son los límites que está dispuesta a transgredir para llegar a la verdad?
Editorial: Alfaguara (2019)
Formato: Tapa blanda / Versión Kindle
La red púrpura es, si cabe, una novela aún más potente y violenta que La novia gitana, desde el comienzo.
En esta segunda parte tenemos un caso diferente que nada tiene que ver con el del anterior libro. Volvemos a encontrarnos con todos los personajes de la BAC y con una Elena Blanco desquiciada a causa, entre otras cosas, de un vídeo que ha recibido de la forma más inesperada posible y que le ha confirmado lo que lleva tantos años sospechando. (No doy detalles para no hacer spoiler a quién no haya leído aun La novia gitana).
Durante algún tiempo en la BAC han ido recopilando datos sobre La red púrpura. Esta es una organización criminal que se dedica sobre todo al tráfico humano, por simplificar y decirlo rápido y "bonito". Pero son capaces de todo. No tienen límites de ningún tipo y mucho menos miedo. Para Elena se ha convertido ya en algo imprescindible acceder a ella, infiltrarse de la forma que sea y desmantelarla.
Han dedicado muchas horas y esfuerzos a este fin, pero sin ningún resultado. Hasta que un día, uno de los ordenadores intervenidos por Mariajo, les pone sobre la pista. Y desde ahí, todo se precipita. Es un no parar hasta el final. Lo más parecido a ir en coche cuesta abajo y sin frenos. No sabes en qué momento pararás ni cómo será ese momento porque con la experiencia de La novia gitana en mente, ya sé cómo se las juega Carmen Mola con los finales.
La novela está estructurada de forma similar a La novia gitana. Hay una subtrama que se desarrolla muy despacio, de forma paralela a la trama principal, solo que en esta ocasión sí se sabe que están estrechamente relacionadas, pero, aun así, no deja de ser impactante.
Por otra parte, repiten los integrantes de la brigada de análisis. En esta ocasión tenemos más datos sobre cada uno de ellos. Les vemos actuar bajo mucha presión y sufrir como equipo, con pequeñas pinceladas de sus vidas privadas que nos da una mejor idea de quiénes son como personas y no solo como investigadores de un cuerpo de élite.
Se les suman en esta ocasión una gran variedad de personajes, todos muy oscuros y para los que no encuentro explicación ni justificación en su forma de comportarse. No es solo que sean los malos de la historia, que lo son y muchísimo. Pero prefiero verlo desde otra perspectiva, en las novelas de Carmen Mola están los integrantes de la BAC y las personas relacionadas directamente con ellos y los Otros. Esos que son capaces de absolutamente todo. Imagina algo terrible y que crees imposible de hacer, pues ellos ya lo han hecho.
Orduño sigue siendo mi personaje favorito. Es un hombre sencillo, con un gran corazón y parco en palabras, prefiere la acción. La vida le pone a prueba una y otra vez, pero él siempre está a la altura y da en cada momento lo mejor de sí.
Por el contrario, Elena me provoca sentimientos encontrados. En algunos momentos no la soporto, en otros la compadezco y de forma general la admiro. Es una mujer rota, autodestructiva, pero con una idea y objetivo fijo y que no piensa parar hasta conseguirlo.
Es también el personaje que más sufre siempre y el que mejores momentos nos deja en toda la novela. También repite Madrid como el lugar en el que ocurren la mayoría de cosas. Me ha encantado reconocer lugares por los que he pasado en muchas ocasiones o incluso en donde he vivido. Después de leer esta novela ya no los veré con los mismos ojos.
Me gusta la forma en que la autora introduce los lugares, con breves pinceladas de lo más destacable de cada lugar. Da datos sin abrumar ni aburrir, que demuestran su conocimiento de los lugares, sin llegar a parecer una enciclopedia. Consigue un equilibro muy difícil entre los personajes, entre la historia pasada y el presente. Sabe solucionar muy bien los puntos de tensión, todo resulta muy creíble en cada momento.
Es la lectura perfecta para evadirse pues no te deja pensar en nada más mientras lees. Adictiva, obsesiona porque no puedes dejarlo. Ningún capítulo es bueno para parar. Consume y agota mentalmente porque cuando no lees estás pensando en los personajes, en qué harán, qué les pasará e incluso alguna vez me sorprendí pensando "podría avisarles de que están metidos en una gorda".
Con muchísima violencia, descripciones impactantes y tan gráficas que más que un libro parece que estés viendo una película.
Desde mi punto de vista, La red púrpura es esas historias de ficción tan bien creadas, con todo tan bien hilado que hasta te hacen pensar en cuanto hay de realidad y si lo que aún no sabemos de todo este mundo oscuro, no es mucho peor aún que lo que nos ha contado la autora hasta el momento.