Reseñando La novia gitana, me confesé entusiasta de esta desconocida autora que escribe bajo pseudónimo (o autor...) y, como no podía ser de otro modo, me embarqué en la lectura de la segunda entrega de la que muchos consideran trilogía en base a que son tres los títulos encadenados a un mismo argumento, cuando pienso que perfectamente podría tratarse de una serie en la que Mola aún no ha tenido el tiempo suficiente como para parir un nuevo volumen. Sea como fuere, La Red púrpura es un libro más intenso y emocional, argumentos que lo convierten en la lectura perfecta para los amantes del género.
Elena y Ángel volverán a enfrentarse a un caso cuyos límites alcanzan cotas que se encuentran más allá de la razón. Tarantino se frotaría las manos con un guión que seguro que se está gestando en algún lugar para que la pantalla nos de su particular modo de entender esta historia en la que las peleas ilegales de gallos o canes son sustituidas por una modalidad más morbosa y cruel.
Poco a poco iremos conociendo en más profundidad a los protagonistas primarios y a los secundarios y formaremos parte de esa brigada con sede en la calle Barquillo, querremos que Juanito nos sirva un café o una grappa y tendremos que hacer incursiones en la Cañada Real, un lugar que muchos solo conocemos de oídas o a través de duros documentales emitidos por televisión.
Si se trata de una continuación o no de La novia gitana, cada uno deberá sacar sus propias conclusiones. Pertenecer a la BAC no es sencillo. El sacrificio es enorme y no todos estarán dispuestos a asumirlo. De repente, unos vídeos snuff darán lugar a acontecimientos que constituirán el argumento de una gran novela, sólida y consistente, muy entretenida e incluso adictiva en la que sufriremos y empatizaremos con quienes son puestos a prueba una y mil veces.
Esa es la clave del éxito de Carmen Mola, a quien deseo conocer, aun de modo virtual (si lo consigo, os traeré recuerdos de ella). Quien piense que "segundas partes nunca fueron buenas" debe saber que, a veces, estas son mejores. Es por ello que, sabiendo que ya está en la calle La Nena, todo se haga más fácil. Y así llegaremos a un final, esperado o inesperado, pero que sienta las bases para esa otra agresiva historia en la que deberemos hurgar en las letras el verdadero significado de las intenciones.
La crítica actual es unánime en la calificación de la "falsa" trilogía de la madrileña. Por supuesto, el paisaje a recorrer serán las calles de la capital de España y la angustia se deberá tratar con una infusión calentita al lado del lugar que hayamos elegido para realizar la lectura.
Mariajo, la hacker nos volverá a dejar de piedra sabiendo su edad y su desparpajo, Buendía será el más serio del grupo, Chesca irá dando pistas de lo que queda por venir y Orduño cae enamorado de Marina, a quien conoce en un vuelo a las Islas Canarias que servirá para ir calentando motores. Alí, el agente Marrero, antiguo componente de la BAC, dará el pistoletazo de salida. A nosotros, lectores, no nos quedará más remedio que correr a contrarreloj y prepararnos para lo que nos tenga preparado la autora.
¿Preparados? Pues comienza la cuenta atrás: diez, nueve, ocho, siete, seis...