La reemplazante

Nadia (como nadie pero mujer, como le dicen en algún momento) es la primera bailarina suplente de la compañía. Como toda suplente debe estar siempre lista para reemplazar a la titular. Acepta ir a una función de gala en México, en lugar de la otra –la original o auténtica– porque es eso lo que debe hacer. Pero a lo largo del viaje, nada (otra vez el parecido con Nadia) queda claro. En principio, desde que llega a Puebla la llevan de un lado a otro en vez de a los ensayos a los que se supone que iría. Algo le ocultan, o eso es lo que ella cree. El lector conoce la historia a través de los ojos de la protagonista, que está mareada con tanto México, náuseas, cambios y terremotos perpetuos; entonces existe la duda de si el mundo se volvió tan raro o es que ella está aturdida y ve las cosas empañadas. “Apenas está intoxicada en su propio control, (…) envenenada de sí…”, le dicen.

Cuando la misión es ajena, ¿se la puede cumplir siendo uno mismo, o hay que volverse el otro? Cuando uno tiene arcadas reiteradas veces, ¿se está vomitando a sí mismo hasta darse vuelta y quedar del revés?

Nadia no tiene voz. Todos los personajes le hablan y no queda claro si ella responde: es la propia voz del narrador en tercera persona la que habla por ella.

En el medio de este viaje recuerda su vida profesional, las clases interminables, la obediencia y la disciplina, el eterno sueño de encajar en el molde de la bailarina perfecta.

La reemplazante, de Fernanda García Curten (Bajo La Luna, 2012), tiene mucho del mundo kafkiano: ella viaja para algo específico que nunca llega, y la llevan de un lado a otro, igual que al agrimensor de El Castillo, que también se presenta por su profesión y no por él mismo. Hay un guiño a Kafka cuando Nadia se libera de los compromisos y va hasta la oficina K para averiguar por esos ensayos que nunca llegan.

Si bien la novela vale por sí misma, quien haya pasado por el mundo del ballet la sentirá en su propio cuerpo y se encontrará, probablemente, rotando las piernas y metiendo la panza a medida que avanza en las páginas.

Anahí Flores

• La reemplazante
• Fernanda García Curten
• Bajo la luna
• Año 2012
• 192 paginas
• ISBN 978-987-1803-32-3