La reflexología es un sistema terapéutico muy utilizado en todo el mundo para recuperarse de todo tipo de enfermedades y afecciones sin la necesidad de tener que adoptar métodos invasivos para el cuerpo. Según la tradición de la reflexología facial en el rostro se concentran alrededor de 500 puntos neurálgicos que enlazan de forma directa con diferentes órganos y funciones corporales. Punzando de manera adecuada cada una de estas partes se pueden conseguir numerosos efectos sobre el organismo, entre ellos la recuperación de enfermedades más o menos graves.
La terapia de reflexología facial fue creada por la doctora Lone Sorensen a fines de la década de 1970. Con la reflexología facial Sorensen consiguió aliviar diferentes enfermedades orgánicas y síntomas emocionales atacando de forma directa el origen del problema. Este método no solo estimula la piel de la cara sino que también actúa sobre diferentes regiones de la piel del cuero cabelludo. La reflexología facial ha demostrada su llamativa efectividad en una gran variedad de afecciones y enfermedades. Puede reportar numerosos beneficios en casos de epilepsia, parálisis cerebral, daño cerebral, problemas de columna, neuralgias y problemas de estrés.
En una sesión de reflexología facial clásica siempre se empieza por la estimulación de los órganos más importantes del cuerpo (divididos en 21 puntos localizables), para posteriormente pasar a los desequilibrios particulares del paciente. El ambiente para efectuar este tipo de tratamientos debe ser lo suficientemente calmo y tranquilo para que el paciente puede activar su poder regenerador de manera natural.
Para probar el efecto benéfico de la reflexología facial sobre el organismo podemos recurrir a un sencillo ejercicio casero. Primero debemos frotarnos las manos. Una vez se generó el suficiente calor procederemos a deslizarlas por la parte de los ojos con círculos que vayan ascendiendo hasta arriba de la frente.
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure