Rubalcaba pasa junto a Zapatero, en el debate sobre
la toma en consideración de la reforma constitucional
(EFE; Fuente: ABC)
El hecho de que la reforma se aborde con esta urgencia sólo tiene un motivo: que el período en que la caja de las reformas está abierta sea mínimo, para evitar que otros quieran incluir otros temas muy sensibles en el catálogo de reformas posibles.Efectivamente, desde diversos frentes se lleva hablando desde hace ya mucho tiempo de la necesidad de otras reformas al texto constitucional. Teniendo en cuenta que se proclamó en 1978, no debe representar sorpresa alguna que requiera (más de treinta años después), algunos retoques. A unos les gustaría ver consagrado en el texto constitucional la no discriminación por razones de sexo, en particular en la sucesión a la Corona (en la práctica, existe hoy en España una Ley Sálica). Claro que, abierto ese melón, otros ponen en entredicho a la propia Corona, y quisieran abrir un debate sobre la posibilidad de un cambio en el modelo de estado, proponiendo una República en lugar de una Monarquía, por ejemplo.Los partidos minoritarios quisieran ver modificados algunos aspectos que resultan ciertamente discriminatorios en la ley electoral. El coste en votos de cada escaño para un partido nacional pequeño es varias veces superior al coste que tienen los grandes. Ello lleva a que, en la composición actual del Congreso de los Diputados, los dos grandes partidos habrían recogido el 83.22% de los votos válidos en las últimas elecciones generales, pero disponen del 92% de los escaños.
Duran i Lleida, durante su airada
intervención ante el Pleno del Congreso
(EFE; Autor: Fernando Alvarado;
Fuente: lavanguardia)
Rosa Díez, en una réplica durante el Pleno de
este martes
(Fuente: republica)
- El Gobierno habrá de estar autorizado por ley para emitir Deuda Pública o contraer crédito.
- Los créditos para satisfacer el pago de intereses y capital de la Deuda Pública del Estado se entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de los presupuestos y no podrán ser objeto de enmienda o modificación, mientras se ajusten a las condiciones de la ley de emisión.
Es decir, limitan la libertad del Gobierno para endeudarse o intentar hacer trampas. Su redacción recoge buena parte de la teoría y la práctica constitucional histórica (en España y en otros países).Introducir ahora limitaciones al endeudamiento en la Constitución es, casi, como si decidiéramos incluir en la Constitución el quinto mandamiento (No Matarás) o el séptimo (No Robarás). Creo que todos entendemos que estos principios del derecho natural son, incluso, de superior rango al de una Constitución.Pues bien, para tranquilizar a los mercados, ahora conviene incluir en la Constitución el principio básico de cualquier economía (sea personal, familiar, estatal,...): No gastes más de lo que ingreses.Y algunos están irritados (los nacionalistas) porque no les dará tiempo antes de que la caja de las reformas se cierre de nuevo, para intentar incluir, por ejemplo, el principio de la autodeterminación, o el derecho a decidir, o para dar una mayor entidad constitucional a los gobiernos de las Comunidades Autónomas.Otros andan reclamando un Referéndum popular para aprobar las reformas. Lo que me parece, francamente, inútil. Un gasto innecesario para hacer que los ciudadanos voten sí o no a algo cuya repercusión, básicamente, no entienden. Una simple campaña de si votáis no, significa el desastre económico, asegura un amplio margen al Sí en ese hipotético referéndum. Además, se han oído estos días peregrinos argumentos, esgrimidos por indignados de toda laya, como que limitar el endeudamiento, cuando la Deuda se utiliza principalmente para el gasto social, significa recortes sociales, lo que viene a ilustrar el profundo desconocimiento del tema en cuestión por parte de los ciudadanos de a pie.En resumen, hay que realizar esta reforma para lanzar un mensaje a los mercados de compromiso con la estabilidad presupuestaria. Y hay que hacerlo rápido para que no se cuelen otras reivindicaciones.Esa es la lógica-rodillo de los dos partidos mayoritarios.JMBA