Edouard Philippe, hombre de derechas, el primer ministro nombrado por Macron.
El presidente francés ha dado a conocer la reforma laboral que pretende aprobar antes de que finalice este año. En ella, Emmanuel Macron refuerza el poder de las empresas y reduce las indemnizaciones por despido improcedente, una reforma cuyo contenido y consecuencias para la clase trabajadora son bien conocidos por el Estado Español.
El gobierno del presidente francés, dio a conocer su reforma para “flexibilizar el mercado laboral“, uno de los proyectos más complicados por la previsible respuesta social, con el que afirma que se podría “reactivar el empleo en Francia”. Es una de las prioridades del presidente, que dice querer “renovar el modelo social” francés y estar dispuesto a frenar el paro en Francia, que roza el 10% de la población activa. Tras varias semanas de conversaciones con sindicatos y organizaciones patronales, la nueva legislación será aprobada mediante ordenanzas para evitar un largo proceso de debate legislativo. Las medidas reforzarán el papel negociador de las empresas sobre las condiciones laborales, y abaratarán el despido improcedente para favorecer las contrataciones. De esta forma, el primer ministro, Edouard Philippe, quien ha presentado las cinco ordenanzas en una conferencia de prensa, asegura que ayudarán a Francia a “compensar los años perdidos” de desempleo masivo.
La reforma del código laboral es una parte fundamental de la agenda de Macron y el primer paso de una revisión más general del modelo social de Francia, que incluirá otros cambios mayores –con recortes incluidos– en las prestaciones de desempleo y las pensiones. El exministro de Economía, ha hecho campaña, prometiendo reformar el mercado laboral para dar mayor poder a las empresas. Las cinco ordenanzas pasarán ante el Parlamento para su aprobación, antes de finales de 2017. Pero, la cámara, donde Macron cuenta con una holgada mayoría, no tiene posibilidad de enmendar su contenido, y sólo podrá dar o no su visto bueno.
Varios líderes sindicales, que aún deben estudiar en detalle el texto de 200 páginas, se han mostrado muy críticos. Philippe Martinez, secretario general de la CGT, uno de los principales sindicatos franceses, ha llamado a los “trabajadores, jubilados y jóvenes” a manifestarse el próximo marte, 12 de septiembre. Y Jean-Luc Mélenchon, del partido de izquierdas, “Francia Insumisa2, llama a los franceses a “tomar” París contra este “golpe de Estado social”.