La información proporcionada en este post es sólo para efectos informativos. No sustituye la opinión de su médico… obviamente.
Es bien sabido que con el primer hijo, si se cae su chupón al piso, lo guardas en la pañalera y te lo llevas a casa para esterilizar. Por supuesto, vas preparada con uno extra por si se te ofrece.
Con el segundo hijo, si se te cae el chupón, lo lavas y se lo das. No vas a estar cargando con chupones extras, ¿verdad?
Si el tercer hijo tiene chupón y se le cae, lo levantas y se lo das. Si se le pierde, pues puedes presumir que tu hijo “ya dejó el chupón” (no es necesario aclarar que “tirado por ahí”).
¿Está mal hacer esto?
Según la sabiduría popular gringa, no pasa nada. Y es que en Estados Unidos existe una creencia llamada “The 5-second rule” (“La regla de los 5 segundos”), la cual dice que si recoges un alimento que cayó al suelo antes de 5 segundos, te lo puedes comer sin problema, ya que no le das tiempo a las bacterias para “treparse” al objeto que tocó el piso.
¿Será cierto?
Pues hice una pequeña investigación en internet (muy profesional, como puedes ver) y encontré dos corrientes: por un lado, existen aquellos que creen que 5 segundos en el piso es demasiado; y por otro, están aquellos que creen que tienes todavía un poquito más de tiempo.
Según un estudio realizado en la Universidad de Connecticut por ahí del 2007 (yo siempre a la vanguardia en estos temas), el nombre de esta regla bien se podría cambiar a “La regla de los 30-segundos”. Y es que después de varias pruebas, llegaron a la conclusión de que si un alimento es húmedo (por ejemplo: frutas y verduras), se tarda cerca de un minuto en contaminarse de bacterias. Pero si se trata de un alimento seco (por ejemplo: galletas y dulces) puede tardar hasta 5 minutos en contaminarse. Sin embargo, no recomiendan esperarte más de 30 segundos en recoger tu comida del suelo, si es que te la piensas comer.
Por otro lado, existen aquellos expertos que dicen que si tu comida toca el suelo, lo más recomendable es tirarla inmediatamente a la basura, ya que podría contaminarse con Salmonella o Escherichia coli (qué tal, ya hasta doctora resulté) al momento de entrar en contacto con el piso.
¿Cuál es mi regla? Considerando que he visto a mis tres hijos chupar la suela de su zapato en algún momento de sus vidas, ya los considero vacunados. Si se encuentran algo tirado (comestible) dentro de la casa y se les antoja… pues adelante. Fuera de la casa, prefiero que no se lo coman. Hago énfasis en la palabra “prefiero”, ya que créeme que tus hijos se comen mucho más de lo que nos damos cuenta. Sólo pregúntenle a María José, una de las lectoras de Pingüicas, que cachó a su hijo masticando un chicle que se encontró pegado debajo de una mesa.
Y si eres una mamá super cuidadosa con lo que tu hijo se mete a la boca, mi recomendación es que nunca, NUNCA, lo vayas a observar a la escuela a la hora del lunch… sólo un pequeño tip de mamá tiquismiquis a mamá tiquismiquis para ahorrarte la pesadilla.
¿Cuál es tu regla con respecto a la comida del piso?