Revista En Femenino
Joven, bella, educada en una de las cortes más exquisitas de Europa, Isabel, segunda hija de los reyes de Francia Enrique II y Catalina de Médicis fue entregada al monarca español Felipe II tras firmar la paz entre los dos estados. Tercera esposa del rey prudente, los continuos embarazos frustados llevaron a la tumba a una feliz reina amada y querida por su rey y por sus súbditos.
Isabel de la pazPoco se conoce de la infancia de Isabel de Valois, quizás porque fue un periodo muy corto de tiempo en su vida. Con 13 años, Isabel se comprometía con el rey de España Felipe II cumpliendo uno de los acuerdos firmados en la paz de Cateau-Cambresis que ponía fin a uno más de los conflictos bélicos que habían enfrentado a las dos potencias europeas desde hacía más de cincuenta años. Enrique II y Felipe II heredaban las antiguas rivalidades de sus padres Francisco I y Carlos V y conseguían, con la paz de 1559 abrir un periodo relativamente largo de estabilidad a ambos lados de la frontera de los Pirineos.
Pero Isabel no estaba destinada a casarse con Felipe II. Años antes había sido prometida al rey de Inglaterra Eduardo VI, compromiso que se rompió tras el fallecimiento del rey inglés en 1553. Posteriormente, en los contactos previos a la paz de Cateau-Cambresis, se había planteado su matrimonio con el hijo de Felipe, el infante don Carlos. Algo por otro lado más acorde con Isabel, pues el príncipe de Asturias tenía sólo un año más que ella. Pero la reciente viudedad del padre (su segunda esposa María Tudor había muerto el año antes a la firma del tratado) hicieron cambiar los planes. La más que conocida demencia del joven Carlos y la inexistencia de otro heredero al trono español hacía necesaria una tercera esposa para Felipe.
Boda fatídicaAsí, en junio de 1559, Isabel se casaba por poderes en la catedral de Notre Dame de París con el representante de su esposo, el duque de Alba. Los días de celebración en la capital francesa se llenaron de fiestas y torneos. Pero un fatídico accidente terminaría con toda aquella explosión de alegría. Enrique II fue herido de muerte en una justa por el caballero Montgomery. Una lanza clavada en su ojo le provocaba la muerte diez días después.
De la luz de París a la sobriedad de El EscorialUn año después Isabel llegaba a Roncesvalles. Un mes más tarde se casaba con Felipe en la misa de velaciones celebrada en el Palacio del Infantado de Guadalajara. Felipe tenía casi veinte años más que su esposa quien se había casado siendo aun una niña.
A pesar de la diferencia de edad y el contraste entre la corte alegre en la que había vivido en su infancia y la piadosa y sobria corte de su marido, Isabel fue una mujer feliz e hizo feliz a un ya viejo Felipe II. Isabel iluminó las estancias del palacio de la sierra madrileña con su alegría y sus encantos. Mujer culta y refinada, hizo traer de Italia a Sofonisba Anguissola, una de las retratistas más famosas de la época que inmortalizaría a su joven reina y a toda su familia.
Partos mortalesUna débil complexión física de Isabel hizo peligrar su vida cada vez que se quedaba embarazada. Tras un primer aborto, Isabel tuvo dos hijas, Isabel Clara Eugenia y Catalina Micaela, cuyos partos tardaron en llegar y pusieron también en peligro su vida. Un cuarto y último embarazo se llevó la vida de la joven reina española. Tras traer al mundo un bebé de cinco meses muerto, Isabel fallecía desangrada ante la impotencia de su amado esposo. Tenía 23 años.
A pesar de que Isabel de Valois no le dio a Felipe el ansiado heredero, quiso con devoción a sus dos hijas, en especial a Isabel Clara Eugenia, quien sería su compañera y confidente el resto de sus días.
Si quieres leer sobre ella
Isabel de Valois, Antonio Martínez Llamas
Género: Novela histórica
El Premio Nacional de Novela Histórica Alfonso X el Sabio avalan esta magnífica recreación de la vida de Isabel de Valois
El diamante de la reina, Mari Pau Domínguez
Género: Novela histórica
Con un ficticio romance de la reina con un lacayo como trasfondo, la autora entra en la vida y los sentimientos de Isabel.