"La reina del azúcar", de Dolores García Ruiz, lo tiene todo. La maravillosa e increíble historia de Inés Belmonte, ambientada en Melilla a principios del siglo XX y que llega al presente por un libro de cuentas en el que ella misma escribe sus memorias. Así conocemos la ciudad de la época y el amor más grande y a la vez dramático que Inés compartía con el doctor Eduardo Vidal durante las guerras del Rif. Y cómo ella consigue levantar un imperio empezando de cero, guardando un secreto que tardará años en descubrirse.Una novela en la que nada más empezar te sumerges en el ambiente, e incluso llegas a escuchar la melodía de la vida de Inés. Escrita de tal forma que Melilla cobra forma en la mente con el color de los primero años del siglo XX. Cómo la vida pone a prueba a los protagonistas y acaba uniéndolos de forma inesperada.
Desde hace unos días en mi casa no tenemos otro tema de conversación. Primero la leyó mi madre, a la que pillamos llorando como una magdalena excusándose con "es lo más bonito que he leído nunca". Después fue el turno de mi abuela, a la que es difícil llegarle al corazón y esta novela la conmovió. Cuando llegó por fin a mis manos lo empecé con unas expectativas muy altas, y no me defraudó. Lloré por Inés y por los hombres caídos, por el futuro que no podría ser. Pero me alegré por cada avance que daba, me enorgulleció su afán de superación. Una mujer fuerte, valiente y luchadora en una época difícil.
Si alguna vez tenéis la oportunidad de ir a una presentación de esta novela con la autora, no la dejéis pasar. Entenderéis todo el sentimiento de sus palabras, su homenaje a todos esos españoles que dieron su vida por los melillenses. Yo tuve la suerte de verla en la Casa del Libro de Valencia y fue la presentación más emotiva a la que he asistido.Podéis seguir a Dolores García en las redes sociales (@doloresgarcia64) y en su página web. 
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