Sinopsis:
Salander planea su venganza contra el hombre que trató de matarla y contra las instituciones gubernamentales que casi destruyeron su vida. Pero no va a ser una campaña directa. Tras recibir una bala en la cabeza, Salander está bajo una férrea supervisión en Cuidados Intensivos, y se enfrenta a un juicio por tres asesinatos en el momento que le le den el alta. Con la ayuda del periodista Mikael Blomkvist y sus investigadores de la revista Millenium, Salander tendrá no sólo que probar su inocencia, también deberá identificar y denunciar a los políticos corruptos que permitieron a los vulnerables convertirse víctimas de abusos y violencia. Antes una víctima, Salander está lista para devolver los golpes.
Opinión:La reina en el palacio de las corrientes de aire.
Fue un libro bueno… hasta cierto punto. Empezó continuando muy de cerca la trama del libro anterior y la verdad jugo con mis sentimientos cuando creí que Lisbeth moriría o iba a tener grandes secuelas del enfrentamiento con su padre, particularmente me gustó mucho como se propuso una competencia entre Lisbeth y Zalacheno, padre e hija, ambos convalecientes y concentrados en una tenaz lucha por asesinar al otro, contar pasos, escuchar respiraciones, calcular distancias y anotar tiempos, esa angustia, ese suspenso es transmitido al lector ¿Cuál morirá primero?¿Quién será más fuerte? (Resiste Lisbeth por favor resiste!! jeje) esto envuelve al lector y le genera placer al leer.
La investigación policial, la recolección de pruebas y las interrogaciones también son buenas. Llenas los espacios huecos, de repente todo va encajando y uno se siente bien (por qué? No sé, pero se siente bien y más si tus presunciones sobre los hechos son acertadas). Y la sapo entra en juego, por primera vez desde que empieza la historia, asume un papel, el de toda institución secreta, dejarlo todo oculto o por lo menos en el olvido (Pero no lo hace, pensé que tendrían más recursos, más métodos, mas inteligencia, PERO NO)De repente el libro empieza a volverse interesante, aparece un hombre, un villano, un anciano con toda una vida vivida y un mundo retorcido que amenaza con darle a la historia un vuelco pero no hace mucho, va y contacta alguna gente, asesina unos cuantos y pone en ejecución un “malévolo” plan para arreglarlo todo, pero es aquí, en este punto donde el libro empieza a decaer (no a tornarse aburridor, pero si a decaer). Mikael Blomkvist que hasta ahora no había aparecido mucho en la historia asume el papel de héroe súper psíquico y maneja toda la situación, prevé todo! Todo le sale bien, nada se sale de control, lo hizo todo!! Manipulo a un conserje, manipulo a un doctor, manipulo a un agente de una entidad secreta (y se aprovechó de su relación con otro jaja) manipulo a agentes de gobierno y se acabó la historia, no hubo más acción, mas suspenso, nada, las acciones de una agencia secreta se vieron burladas por un hombre precavido. Un juicio y adiós Lisbeth Salander bien, sana, libre y muy Lisbeth como siempre. Al final un desenlace inesperado con Niederman, bueno muy bueno, pero eso ya es otra historiaMi opinión corta: un buen libro que empieza bien pero decae y no hacerse ilusiones con finales fantásticos (Y)
Autor:
Stieg LarssonEscritor y periodista sueco nacido en Umea en 1954 y fallecido en Estocolmo en 2004. Stieg Larsson trabajó dentro del mundo periodístico durante muchos años, siendo uno de los expertos más reconocidos en el mundo de las actividades neonazis y ultraderechistas en Suecia. Aficionado a la novela negra y a la ciencia ficción, cultivó su trabajo como escritor de narrativa, ya había publicado ensayos periodísticos con anterioridad, casi en secreto, escribiendo por la noches y sin decir nada a nadie. Fruto de ese trabajo nacieron tres novelas que forman la Trilogía Millenium, un éxito mundial de ventas, traducida a varios idiomas y que pronto se verá adaptada tanto al cine como a la televisión. Por desgracia, Stieg Larsson murió de un ataque al corazón a los cincuenta años. Acababa de entregar el manuscrito de su última novela y todavía no se había publicado la primera.