Por Garibaldi (Simb.)
Todo comenzó cuando en 1940 se promulga por parte del dictador Franco la "Ley de Represión contra el comunismo y la masonería"
Su artículo primero decía así:
Constituye figura de delito, castigado conforme o las disposiciones de la presente Ley, el pertenecer a la masonería, al comunismo y demás sociedades clandestinas a que se refieren los artículos siguientes. El Gobierno podrá añadir o dichas organizaciones las ramas o núcleos auxiliares que juzgue necesario y aplicarles entonces las mismas disposiciones de esta Ley debidamente adaptadas.Las conexiones entre la dictadura y la monarquía comienzan en este punto, cuando Don Juan se presentó a luchar en el bando nacional sin ser aún el heredero y Franco lo envió de vuelta con el mensaje de que "no era su guerra" .
Durante la II Guerra Mundial las relaciones entre Don Juan y Franco se enfrían. Entonces los monárquicos comienzan sus relaciones con el Partido Socialista en el exilio. El 19 de marzo de 1945 Don Juan hace público el Manifiesto de Lausana en el cual manifiesta su oposición al régimen de Franco y propone para España una monarquía constitucional. Don Juan había visto qué es lo que había pasado con los regímenes nazi y fascista en Alemania e Italia respectivamente. Pero Franco no hace caso de ese manifiesto.
EN 1947 es aprobada la "Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado" (una de las ocho "leyes fundamentales del régimen"). De acuerdo con la misma, España se convierte en un reino, pero sin rey, y ostentando Franco la jefatura del Estado. También permitía a Franco nombrar su sucesor cuando le conviniera, aunque éste tendría que ser aprobado por las Cortes.
Cuando esta ley fue aprobada Don Juan hizo un segundo Manifiesto de oposición a la misma, el de Estoril, el 7 de Abril de 1947. En el mismo Don Juan reivindicaba su puesto como heredero legítimo de la Casa de Borbón, y rechazaba la alteración de la sucesión en la monarquía, es decir, la idea de que sería Franco quien designara heredero sin considerar la sucesión natural.
Con estos dos manifiestos la casa Borbón estaba rompiendo ideológicamente con el franquismo, al tiempo que se reclamaba el trono para esta familia. Ninguno de los manifiestos en cambio tendrá impacto en desestabilizar el régimen. Es más, debido a la presión internacional y a algunas acciones de oposición internas, las fuerzas de apoyo al régimen refuerzan su apoyo.
1949 será un año clave para el franquismo. Su apoyo interno es muy fuerte, y su furibundo anticomunismo le lleva a ser considerado por los Aliados, especialmente Estados Unidos, en el contexto en que comienza la Guerra Fría y la URSS se ha extendido por parte de Europa.
La opción monárquica por tanto queda cada vez más aislada, y algunos monárquicos comienzan a considerar que dado que no pueden luchar contra Franco, quizás sería bueno aliarse con él.
Don Juan de Borbón y Franco en el buque Azor, 1948En agosto de 1948 tiene lugar un importante evento, la entrevista de Don Juan con Franco en el buque Azor, en San Sebastián.
En esta reunión se acordó que Juan Carlos, hijo de Don Juan, vendría a ser educado a España, en los principios del régimen.
En este momento, las relaciones con otras opciones políticas, como habían sido los socialistas, se rompen. En noviembre de 1948 el príncipe Juan Carlos llega a España para ser educado.
En 1951 Franco sugiere a Don Juan que renuncie a sus derechos al trono en favor de su hijo. Esta sugerencia Don Juan no la acepta, y de hecho rompe las relaciones entre ambos personajes, aunque no se obliga a Juan Carlos a salir de España.
Entre 1953 y 1955 algunos importantes eventos tienen lugar para Franco y su régimen. En 1953 se firma el Concordato con la Santa Sede, lo cual supone un espaldarazo de legitimidad importante. Además, en 1955 España es aceptada en las Naciones Unidas, con lo que el régimen queda internacionalmente consolidado, y la oposición apenas puede hacer nada, incluidos aquellos que querían la restauración borbónica.
Pero por otra parte, este año Juan Carlos jura la bandera franquista y jura lealtad al régimen, con lo que su posición dentro del mismo mejora mucho.
Llegado a este punto, he de señalar que dentro del régimen franquista había diversas facciones, las llamadas "familias políticas". Estas eran los Fascistas (Falange), los monárquicos carlistas (herederos de las Guerras Carlistas del siglo XIX), los militares y la Iglesia.
EN 1957 una de esas "familias", los carlistas, se reúnen con Don Juan y le ofrecen reconocerle como legítimo heredero de los Borbones, si Don Juan acepta los principios ideológicos del carlismo. Este acepta, y un año más tarde acude al Santuario de Lourdes ( Francia) y da un mitin para los carlistas allí congregados, reconociendo el tradicionalismo, el catolicismo y la monarquía representativa y social. Esto supone que una facción del régimen reconoce a Don Juan en vez de a Juan Carlos.
En 1962 ocurre otro importante evento para los Borbones, Juan Carlos se casa con Sofía de Grecia. En un principio la situación del matrimonio no está muy definida, no saben si vivirán en España, pero finalmente se instalan en el Palacio de la Zarzuela en Madrid.
Este año 1962 a nivel internacional se realiza la conferencia de Munich. En ella, la mayoría de fuerzas opositoras al régimen franquista toman parte, incluidos los monárquicos y sin los comunistas. En Munich se reactivan los contactos entre monárquicos y socialistas, algo muy importante para la posterior transición en los años 70. De hecho el líder socialista y masón, Rodolfo Llopis, dirá que aunque el socialismo tiene un compromiso con la República, si la monarquía se compromete a traer la democracia, ellos la apoyarán.
En 1966 Franco establece la llamada "Ley Orgánica del Estado", (quería con ello establecer la "democracia orgánica"), que no es democracia, pero que supone un "lavado de imagen" para el régimen y le reporta mayor reconocimiento internacional.
Esta Ley abre la posibilidad a Juan Carlos de convertirse en rey, algo que está más cerca en 1969 cuando es nombrado por Franco su heredero.
Además, en estos años 60 hemos de tener en cuenta los grandes cambios sociales que se están produciendo en España, fruto del desarrollo económico de algunas de sus regiones (el llamado desarrollismo), la "apertura" al exterior que supone el turismo, o los cambios generacionales, con una numerosa generación de jóvenes que no han conocido la Guerra Civil.
En 1968 tiene lugar un importante evento para la Familia Real. Juan Carlos tiene un heredero varón, el Felipe, por lo que parece que la sucesión está asegurada. El bautizo del niño tiene una gran trascendencia política: la última reina, Victoria Eugenia, regresa del exilio, al igual que Don Juan. Los monárquicos les darán la bienvenida, no así Franco, que no va a recibirle.
En 1969 el régimen entra en una fase decisiva. El nuevo gobierno de los tecnócratas, con Rodó y Carrero Blanco al frente, apoyan a Juan Carlos, lo cual supone nuevas tensiones entre éste y su padre, Don Juan.
Don Juan representa la legitimidad dinástica, por ser el heredero directo de Alfonso XIII, pero Juan Carlos representa casi la única posibilidad de restaurar a los borbones en el trono de España. De hecho Don Juan hasta el último momento defendió su legitimidad, aunque cuando vio que el Ejército apoyaba a su hijo se dio cuenta de que su causa estaba perdida. El 21 de Julio de este año, Franco, haciendo uso de la "Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado" hace a Juan Carlos su heredero y éste jura el movimiento. De hecho Juan Carlos durante los tiempos de enfermedad del dictador ostentó la jefatura del estado franquista, y tomó parte activa en actos del régimen, dejando constancia en numerosos documentos gráficos. Esto ha sido usado por muchos republicanos para criticar el rol del actual Rey en este periodo.
En 1971 ocurre un suceso que muestra que Franco no tiene una total confianza todavía en Juan Carlos. La nieta del dictador, Carmen Martínez-Bordiu se casa con Alfonso de Borbón, primo de Juan Carlos e hijo del que tenía que haber sido heredero de Alfonso XIII.
Se quiere crear una dinastía Franco-Borbónica, aunque finalmente no da resultado, pero muestra las suspicacias del dictador hasta el último momento.
El 20 de noviembre de 1975 Franco muere. Entramos en el periodo de la transición y de restauración de la monarquía. El día 22 de ese mes Juan Carlos se convierte en rey de la España franquista. Él mismo reconocerá que fue gracias al apoyo del Ejército que pudo ocurrir esto. Se comienzan a hacer una serie de reformas y llama a formar gobierno a Adolfo Suárez, un antiguo líder del Movimiento Nacional, que luego fundará la UCD, partido de centro durante la democracia.
En definitiva, Juan Carlos I y su padre Juan, silenciaron ante las tropelías del Régimen con tal de restablecer su reinado. Esto incluye la represión la que los masones sufrieron durante décadas.
Para la persecución de los masones se habilitó un órgano judicial propio, el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y del Comunismo. Se puso en marcha en abril del año 1941, y estuvo activo hasta los años sesenta, aunque la represión de los masones llegó hasta principios de los años setenta, incoándose expedientes que afectaron a miles de ciudadanos y ciudadanas, en sesiones secretas, con las habituales faltas de garantías procesales de la dictadura. Las funciones del Tribunal represivo pasarían, en gran medida, al TOP en 1963. Por otro lado, existió una Comisión Liquidadora para terminar de liquidar causas y procedimientos, estando activa hasta 1971.
En la etapa más represiva, hasta mediados de los años cincuenta, se incoaron más de veintisiete mil expedientes, y casi se llegó a los nueve mil condenados.
El Tribunal generó una inmensa documentación, probando dos cuestiones. En primer lugar, que la Masonería se había desarrollado en la España previa a la dictadura, pero, por otro lado, también demuestra la especial preocupación del franquismo por esta represión concreta, fruto de un intenso antimasonismo que se fue gestando desde mucho tiempo atrás por un conjunto de escritos y por una mentalidad integrista.
En primer lugar, que la Masonería se había desarrollado en la España previa a la dictadura, pero, por otro lado, también demuestra la especial preocupación del franquismo por esta represión concreta, fruto de un intenso antimasonismo que se fue gestando desde mucho tiempo atrás por un conjunto de escritos y por una mentalidad integrista.
Esta documentación constituye una fuente de primer orden para conocer la historia de la Masonería y de su persecución.
En todo caso, el estudio o consulta de esta documentación debe partir de las premisas de por qué y quién la generó, como ocurre siempre que se plantea una investigación en archivos de instituciones judiciales y/o represivas, como podría ser el Santo Oficio de la Inquisición en otras épocas históricas. Es importante destacar cómo las investigaciones llegaron a momentos históricos alejados de las primeras décadas del siglo XX. Se fue especialmente meticuloso en este asunto.
La intensa represión ejercida y la machacona propaganda contra los francmasones han provocado que en nuestro país la Masonería sea muy poco conocida y, sobre todo, malinterpretada, especialmente si comparamos su situación con la que se produce en los países de nuestro entorno donde tiene un prestigio elevado, especialmente por su vinculación con el fomento de valores ciudadanos democráticos, la cultura y la acción social.
Entonces la pregunta sería: ¿Acaso hemos perdido tanto la memoria y hemos renunciado a nuestra propia historia, como para darle una medalla a una dinastía cómplice de nuestra propia represión?Es para pararse a reflexionar y retomar el rumbo correcto.