1.- ¿Son las sociedades más ricas las que presentan un bienestar más elevado?
En parte sí. Los países ricos (los escandinavos, por ejemplo) presentan mayor bienestar que los países pobres (países del este de Europa). Esto es lógico, ya que en los primeros habrá mayor gasto social y más recursos, educativos, sanitarios, etc.
Sin embargo, cuando se alcanza cierta renta per cápita, la relación entre bienestar y riqueza no es correlativa. Por ejemplo, Alemania tiene el doble de renta per cápita que Irlanda, sin embargo no existe diferencia respecto a la percepción de bienestar de ambas poblaciones.
2.- ¿La mejora económica de un país en el tiempo se traduce en un aumento del bienestar?
Tras un estudio sobre la sociedad estadounidense, llegó a lo conclusión de que no. En 1957, la renta per cápita del país era la mitad de lo que es ahora, equiparando el coste de la vida. Hoy los hogares estadounidenses disfrutan de más lavaplatos, más aires acondicionados, más vehículos y, sin embargo, el porcentaje de personas que se declaran felices es de un 34%, mientras que en 1957 era de un 35%. Ha aumentado la riqueza, pero ha descendido la felicidad.
¿Como es posible?
Myer dice que se debe a:
- La capacidad humana de adaptación. Las personas saboreamos nuestros logros cuando superan al pasado, pero rápidamente nos adaptamos y lo que antes considerábamos bueno, ahora lo consideramos neutro, como si hubiese perdido valor.
- El deseo de comparación. No solo con lo que conseguimos en el pasado, sino también con lo que consiguen otros. Es importante el concepto de privación relativa, que consiste en percibir que lo que uno tiene o consigue es inferior a lo que se considera razonable.