Revista Economía

La relación entre TDPM y TDAH. Y de paso, feliz navidad.

Por Ms

Llevo ya un buen tiempo trabajando con Jes de Her Mood Mentor en dos vertientes. Una tratándome del tdpm, y por otra, ayudándole con la web.

La descubrí no recuerdo bien si justo antes de dar a luz o habiendo dado a luz, pero en esa ventana tan maravillosa donde el tdpm quedaba en un lejano recuerdo. Ella me dio esperanza, luz, sabiduría, humor y sobre todo, una piedra a la que agarrarme cuando la tormenta volviese.

Con ella he aprendido muchas cosas que jamás fui capaz de ver en mi, o que el tdpm me cegaba. He introducido muchos cambios en mi alimentación, en mi estilo de vida, en la forma en que me muevo, duermo o respiro… y aún así, el trastorno disfórico sigue jugándome malas pasadas, pero es parte del camino.

De hecho Jes nunca habla de una curación, sino de una sanación, y de por tanto incorporar este trastorno a nuestras vidas, sabiendo que estará al acecho, y que por tanto nunca podemos bajar la guardia.

Y en este camino de aprendizaje, he aprendido algo nuevo, y es que probablemente también tenga un «ramalazo» de TDAH, y sobre todo en la fase lútea. La fase más divertida del tdpm.

Entonces muchas cosas empiezan a tener sentido…

  • Todos esos libros que empecé y que nunca finalicé (a no ser que lo leyese rápido o fuese una gran revelación)
  • Todas esas libretas LLENAS de proyectos, de ideas, de posibles aplicaciones que cayeron en el olvido
  • Todas esas veces que no supe dónde ponía las llaves, el móvil, la cartera o mi cabeza
  • Todas esas gafas que me he dejado en casa de familiares y amigos, o de esas joyas que quedaron enterradas en el mar
  • Esa dificultad para tocar las partituras de la guitarra si bien todas las semanas me decía que le dedicaría más tiempo
  • Esa difícil aceptación del rechazo por parte de otros y mi constante necesidad de complacer a los demás
  • Mi hiperfoco en algo cuando de verdad me gusta (y por rachas)

Por supuesto cada trastorno/diagnóstico tiene muchos niveles y no por padecer ciertos rasgos ésto quiera decir que los cumplas todo. Pero dar con una explicación para aquello que nos sucede nos empodera. Y lo mejor aún, nos da herramientas para trabajar con ello.

TDPM y TDAH

Hace poco escribía en la web de Her Mood Mentor sobre ADHD y PMDD, y de cómo ambos estaban relacionados. Y es curioso cómo dos condiciones aparentemente tan distantes, puedan compartir tanta biología.

Quienes padecen TDAH tienen problemas con la regulación de la dopamina, y si a ésta le añades los desajustes que suceden durante la fase lútea, tenemos el cocktail completo.

El TDAH implica dificultades en la regulación emocional desde la corteza prefrontal, la parte del cerebro encargada de controlar y modular nuestras respuestas emocionales. Mientras que el TDPM (trastorno disfórico premenstrual), por su parte, se asocia a una mayor activación del sistema límbico (el centro emocional) y a un menor control de la regulación de las emociones.

Cuando ambos se combinan, pueden darse:

  • Cambios de humor muy intensos
  • Reacciones emocionales desproporcionadas
  • Dificultad para recuperarse tras un desencadenante emocional

Y algo muy importante: no es un problema de actitud ni de falta de fuerza de voluntad.
Es una limitación neurológica real, relacionada con la capacidad del cerebro para regular las emociones.

Entender esto no solo alivia la culpa ante aquello que sentimos. También abre la puerta a la autocompasión, al tratamiento adecuado y a estrategias que realmente nos sirvan.

Dejo hoy esta pequeña entrada para ayudar a estas dos condiciones, TDPM y TDAH, en un día 24, donde ambas se encuentran más amigables y donde quiero aprovechar para felicitar estas fiestas a quien sea que me lea.

Por unas fiestas donde el foco esté en disfrutar, sin tener que estar en constante vigilancia de lo que sentimos.

Donde las emociones puedan existir sin ser juzgadas, sin la presión de “gestionarlas bien”.

Porque no siempre se trata de regular, a veces basta con permitirse sentir, descansar y ser amable con una misma.

Y eso, también, es salud mental.


Volver a la Portada de Logo Paperblog