Ya he hablado en otros post sobre la importancia que tiene la acción de Decidir en nuestra efectividad. Debido al libro que me estoy leyendo estos días, permitidme volver al tema. Es Predictable Irrational de Dan Ariely que, como reza la portada del libro, va de The Hidden Forces That Shape Our Decisions, lo cual me ha llevado a darle un par de vueltas más al tema de la toma de decisiones y cómo podemos hacer que este proceso sea el máximo de efectivo.
Con lo primero que nos encontramos en el libro es que nuestras decisiones están afectadas por la relatividad. Cuando tomamos una decisión, lo hacemos siempre comparando. La decisión es también relativa al entorno en el que nos movamos.
Por ejemplo, en la compra de un televisor, decidimos cual comprar en referencia a lo que veamos a su alrededor. Estableceremos lo que queremos pagar después de comparar prestaciones y precios con otros modelos, así si el vendedor es hábil, nos ofrecerá el televisor que prefiera vender, acompañado de uno más barato y otro más caro, y nosotros casi de manera inconsciente, tenderemos a escoger el del medio, ya que probablemente el barato nos hará desconfiar, y el caro hará a que nos convenzamos que estamos haciendo una buena compra. También decidimos según la situación del entorno, si nos movemos en un entorno de televisores caros, querremos un televisor caro…
Pensadlo bien, siempre que escogemos, lo hacemos comparando otras opciones, es por eso que es importante la relatividad: tomamos la decisión respecto a con que comparamos. Y escogemos no cómo consecuencia de las características de una opción determinada, sino por la posición de estas características en referencia a otras y su situación dentro de un entorno determinado.
Así pues, más allá de la importancia y utilización de este hecho en estrategias de márqueting, ¿Cómo afecta este proceso de toma de decisiones a nuestra efectividad?
Aplicado a nuestro día a día. Debemos decidir en cada momento cual es la siguiente acción. Así si tendemos a decidir comparando, siempre nos iremos hacia la que creamos más fácil. Esta facilidad puede derivar tanto de su propia ejecución como de su redacción, que por ser clara y concisa, aparente ser una tarea más fácil. Así si no tenemos en cuenta como decidimos, puede pasar que procrastinemos determinadas tareas casi sin ser conscientes de ello.
Para evitar esto, se me ocurre que debemos ser muy cuidadosos en redactar bien las tareas. Una redacción detallada, con los verbos correctos, les da un toque aséptico e uniformizador. Las situará en un mismo nivel y en el proceso de comparación a la hora de decidir, no priorizaremos inconscientemente unas u otras. Lo haremos de una forma mucho más subjetiva. Otra importante herramienta para minimizar este problema, son los contextos, decidir qué hacer según la clasificación por contextos reducirá las posibilidades de acciones entre las que escoger.
Por lo tanto, se trata básicamente de uniformizar las acciones mediante un correcto redactado, que favorezca la accionabilidad. En segundo lugar reduciendo las posibilidades donde escoger, y en eso los contextos son la mejor opción.
Otro consejo que nos aporta el libro es cerrar el zoom/foco. Esto es importante para atenuar el efecto del entorno en nuestras decisiones. Y no me refiero solo en tener presente si estamos en entornos estables o inestables, de lo cual normalmente ya somos conscientes. Sino del efecto y del peligro que tiene la tendencia humana a siempre comparar con lo más, queriendo siempre ir hacia la opción superior y no conformarnos con lo que tenemos, o podemos realmente tener. En definitiva, no ser realistas.
Así, este consejo también nos sirve para mejorar nuestra efectividad. Si pensamos en grande nos moveremos en un universo donde todas las decisiones tendrán una magnitud tal, que la exigencia autoimpuesta será insoportable. Debemos dimensionar nuestro mundo según nuestras posibilidades reales. Y como digo siempre, esto no significa ser conformista, simplemente que todo lo grande empieza con algo pequeño, pues pongamos el foco en lo que realmente está a nuestro alcance. Es así como realmente avanzaremos.
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