La represión sexual, una visión desde la psicología, Freud y demás

VISIÓN DE SELU

Tenía ganas de abordar un tema como este, ya que me recuerda mucho a algunos de los amigos que en su momento acudieron a mí  con casos muy similares. En este caso todos  ellos eran hombres y da la casualidad que provenía de familias muy religiosas o de padres que han tenido sus bases educativas en colegios de monjas.

Personalmente me produce mucha impotencia ver como chavales tan jóvenes tienen instaurada tal realidad, son incapaces de ver mas allá de la realidad. Sin ir mas lejos, recuerdo el último caso de un chico que se crió con sus abuelos, por cierto muy religiosos que les inculcaron desde muy pequeños que  “el pene no era nada mas que para orinar”.

Imagináos semejante barbaridad a un chaval tan joven y con toda una vida por delante. Y claro, se supone que tendría que rehacer su vida en un futuro, pero de ese modo insconcientemente más bien se lo complicaban. No solo consiguieron que no se sintiera cómodo ante una chica, si no, según me contaba llegaba sentirse sucio con ellas en muchas ocasiones.

Parece una tontería pero os aseguro que todo depende del entorno donde uno crezca, de ese modo actuaremos en la sociedad. Pero de todas formas tenemos la suerte de que nos lo explique y aclarare mucho mejor Ana, que como siempre lo enfoca de manera  magistral.

 

   Selu.

VISIÓN DE ANA

Dedicado a Iván y a Anabel.

Últimamente tengo epidemia en la consulta de pacientes con problemas emocionales, relacionales y de índole sexual por culpa del uno de los grandes cánceres de la España Profunda: LA REPRESIÓN!!

Sí amigos, hoy en día, aún hay chavales de 12 y hasta 16 años que siguen pensando que masturbarse es pecado, y chicas de la misma edad con embarazos no deseados porque se les reprime tanto en el colegio que luego experimentan graves secuelas y/o sucumben a la tentación de lo prohibido demasiado rápido y demasiado mal. Colegios e institutos donde todavía chicos y chicas están separados mermando sus habilidades heterosociales por deprivación total prolongada. ¡¡Una tortura vamos!! Colegios donde a las niñas se les dice que comer salchichas o plátanos en público es perversión depravada… Y yo me pregunto ¿quién tiene el problema mental? ¿Cuál es la verdadera obscenidad comerse un plátano o pensar que pueda haber algo lujurioso en ello?

Lo que todavía no me explico ni me explicaré es por qué la sociedad mira hacia otro lado y permiten que docentes NO PREPARADOS hagan y deshagan a su antojo, campando a sus anchas en nuestro sistema educativo, que a su vez repercute directamente en nuestros niños y por ende a toda la sociedad y su desarrollo psicológico normal, ejerciendo la represión en colegios de supuesto “prestigio” durante generaciones, solamente porque “son de tal o cual religión”(aquí no señalamos ni salvamos a nadie en concreto).

Estas personas (no todos, hay religiosos que además son maestros pero muchos otros no), que utilizan una metodología totalmente arcaica y retrógrada, carecen de la preparación necesaria que se requiere hoy en día para ser educador (formación en magisterio, certificado de aptitud pedagógica, acreditación docente…) y por supuesto de los conocimientos básicos sobre psicología educativa y del desarrollo, por tanto sus dudosas o incluso nulas habilidades didácticas y educativas están haciendo MUCHO DAÑO, provocando graves traumas y secuelas durante años y años PORQUE HACEN APOLOGÍA DE LA REPRESIÓN. Y LA REPRESIÓN ES MALA SEÑORES. VEAMOS POR QUÉ.

POR QUÉ ES DAÑINA LA REPRESIÓN SEXUAL…

El mecanismo de la represión tiene su origen en las investigaciones de Sigmund Freud, que para quien no lo sepa era un Neurólogo Austríaco tan admirado como odiado, padre del psicoanálisis, disciplina que muchos detractores, rechazan hoy por lo que el psicoanálisis ya no está “tan de moda”. Sin embargo, la ciencia no es cuestión de modas, y aunque la psicología no es una ciencia exacta (ni siquiera la matemática lo es), lo cierto es que Sigmund Freud revolucionó por completo la forma de hacer psicología convirtiéndose en una de las mayores figuras intelectuales del siglo XX, todo lo cual lo eleva a la categoría de genio pese a quien pese. De hecho, muchas personas continúan aprendiendo y practicando el psicoanálisis freudiano tradicional, y ayudando a otras que no encuentran alivio en tratamientos de otras corrientes o escuelas.

Pues bien, en sus inicios, Freud comenzó a utilizar este término (represión) ocasionalmente como una defensa inconsciente (reprimimos aquello que nos causa un daño) y la describió como la operación mediante la cual una persona intenta rechazar o mantener en el inconsciente, pensamientos, imágenes, recuerdos que están ligados a una pulsión (impulso psíquico o instinto racional, derivado de una tensión física y una necesidad). Se produce cuando la satisfacción de una pulsión placentera puede provocar malestar.

Dice Freud que la represión no sólo se manifiesta en la enfermedad mental (neurosis) sino también en la psicología normal y se puede considerar como un proceso psíquico universal que afecta a todas las personas desde las 3 instancias que componen su “aparato psíquico” que son:

El Superyo o conciencia (se forma por interiorización de las exigencias y prohibiciones).

El Yo o polo defensivo que se encarga de los intereses de la persona y media entre el superyó y el ello, poniendo en marcha una serie de mecanismos (represores inconscientes) para tratar de lograr siempre el equilibrio.

El Ello constituye el polo pulsional (insitintivo) más primario de la personalidad, sus contenidos son inconscientes, en parte hereditarios e innatos, en parte reprimidos y adquiridos. En el mecanismo de la represión, es el que entra en conflicto con el Yo y el Superyo. Este conflicto es el que provoca la neurosis.

¿Y ESTO QUÉ QUIERE DECIR?

Traducción libre de Ana con el permiso del maestro and friends (si alguno ha leído directamente a Freud, sabrá que es tremendamente complejo de interpretar):

En la mayoría de los casos la identidad personal se desarrolla en base a la sexualidad natural, pero si por el contrario “alguien” nos educa desde la represión, coartando nuestra sexualidad (“no te toques”, “no hables con chicos”, “tápate”, “el porno es pecado”, “los penes son caca”, “al infierno vas a ir”…) lo natural, se identifica como una fuente de maldad, de “pecado”, generando un conflicto entre lo natural (buscar y sentir placer) y lo aprendido (depravación) que mínimo provocará inestabilidad emocional y un gran sentimiento de CULPA del todo irracional dentro de uno mismo (anclado en el inconsciente) por algo que debería ser totalmente natural, sano y necesario. Este complejo de culpa se instala en la personalidad del sujeto generalizándose como un parásito y es tremendamente complicado, casi imposible de pasar al plano de lo consciente para poderlo racionalizar o eliminar. Es decir, en muchos casos la propia persona ni siquiera es consciente de que tiene un problema, por lo que no se le puede ayudar y sufre sin remedio.

¿Cómo funciona el mecanismo de la represión y cuáles son sus consecuencias?

Una pulsión o “instinto” cuya satisfacción produce placer, provoca un malestar o “culpa”, que desencadena el mecanismo de la represión (tremendamente complejo y que no vamos a describir aquí). Normalmente este mecanismo suele fracasar por la fuerza del deseo inconsciente que siempre busca volver a la conciencia, pero si no fracasa el contenido reprimido tiende a retornar en forma de síntomas (pueden ser físicos como somatizaciones), sueños, actos fallidos, etc.

1.Desarrollo Natural

PULSION   PLACER

2.Desarrollo Reprimido

REPRESIÓN   PULSION   PLACER   CULPA   SOMATIZACIONES, SUEÑOS, ACTOS F

Los actos fallidos son los errores al hablar (patazos, gambazos, etc…), o de la memoria (lapsus) y de la acción (conductas que no vienen al caso), que habitualmente no se cometen pero cuando ocurren son atribuidos al azar o a la falta de atención, sin embargo al igual que los sueños y las somatizaciones son consecuencias de la batalla entre el consciente del sujeto y lo reprimido.

Es decir que cuando el desarrollo normal de la sexualidad es reprimido, los deseos e impulsos naturales del individuo quedan atrapados en una zona intermedia del subconsciente, rebotando de un lado a otro, afectando adversamente la formación del carácter, creando tensión, alimentando fantasías, degradándose poco a poco hasta que, cuando finalmente emergen al exterior, emergen como impulsos degenerados, destructivos, en búsqueda de una reivindicación, de una libertad, de una salvación enfermiza y degenerada (efecto rebote y deseo de sobreexperimentación de lo reprimido). Entonces las pulsiones explotan como un volcán en erupción cuyo cráter hubiera estado obstruido durante años y años y fluyen sin control ni equilibrio en el individuo que puede volverse un pervertido/a o un reprimido/a. 

En casos muy extremos pueden derivar en conductas sexuales patológicas descontroladas como ninfomanía, adicción al sexo o todo lo contrario: miedo a relacionarse, asexualidad, anorgasmia, coito doloroso o virginidad crónica (esta patología no viene en las clasificaciones diagnósticas pero ya te digo yo que haberla hayla) En otros casos crean enormes complejos que darán mucho trabajo y quebraderos de cabeza a tu psicólog@, especialmente en los casos de homosexualidad y/o bisexualidad reprimida en los que esta deseducación de la descultura sexual ha hecho TANTO DAÑO reprimiendo la sexualidad natural!!

Y yo me pregunto ¿Por qué no se regula esta situación habiendo tantos maestros preparados con años y años de experiencia y formación, a los que además se les obliga a hacer oposiciones imposibles, acreditarse continuamente, incluso en varios idiomas e incluso en el mismo colegio que docentes religiosos sin preparación? Ahí lo dejo, siempre desde el respeto a la religión y sin pretender ofender a ningún cura ni monja molones que también los he conocido.

Ana

psicolóloga en www.psicojerez.es.tl