El miércoles 2 de octubre, en el Auditorium Conciliazione de Roma, se celebró el 113º aniversario de la fundación de la República de China (Taiwán). La ocasión fue propicia para lanzar un llamado en favor de la paz mundial: “la paz requiere acciones decididas y concretas”, afirmó el embajador ante la Santa Sede, Matthew Lee, subrayando la importancia de la paz. “Es la paz el único y verdadero camino para el progreso humano«, dijo, refiriéndose a las palabras del Papa Francisco.
El embajador recordó además que el presidente de Taiwán, Lai Ching-te, desde su toma de posesión, ha exhortado a «hacer todo lo posible para salvaguardar la paz» y ha instado a la China comunista a «dejar de intimidar a Taiwán política y militarmente«. Y Lai también subrayó que solo a través de la cooperación y el diálogo será posible «mantener la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán«.
El embajador Lee destacó asimismo el papel crucial de Taiwán en el desarrollo tecnológico, especialmente en el ámbito de la inteligencia artificial, reafirmando el compromiso de Taiwán de compartir su potencial tecnológico con países socios. En consonancia con los principios promovidos por el Vaticano y con el mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de la Paz 2024, la representación diplomática aspira promover una «cultura del encuentro» relacionada con la IA a través de una «Exposición de arte contemporáneo» que se inaugurará el 11 de noviembre en la sede de la Embajada.
Además, durante la ceremonia se anunció una significativa iniciativa de solidaridad: la Embajada de Taiwán donó un «Aula de informática de Taiwán» al Seminario Mayor de San Marco, situado en la República Centroafricana. Este proyecto, destinado a desarrollar las competencias tecnológicas de 95 seminaristas, fue recibido con gran entusiasmo por el Arzobispo de Bangui, el Eminentísimo Cardenal Dieudonné Nzapalainga, quien estuvo presente en el evento para recibir oficialmente la donación.
La recepción fue organizada por la Embajada de la República de China (Taiwán) ante la Santa Sede y contó con la participación de numerosos invitados de renombre, entre ellos el Decano del Colegio Cardenalicio, el Cardenal Giovanni Battista Re, el Cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga y el Arzobispo Salvatore Pennacchio, presidente de la Pontificia Academia Eclesiástica.
El encuentro representó una importante ocasión para fortalecer los lazos entre Taiwán y el Vaticano, concluyendo con el deseo de continuar colaborando para «crear una sociedad con un mayor sentido de justicia y más pacífica para la humanidad«, consolidando los lazos de amistad y cooperación por el bien común.
Los invitados disfrutaron de una experiencia artística de altísimo nivel, enriquecida por la extraordinaria participación de dos coros italianos: «Ottava Nota» y «Diapason», dirigidos por el maestro Fabio De Angelis. Sus interpretaciones crearon una atmósfera solemne y sugestiva.
Para culminar la celebración, como regalo final especial, los asistentes pudieron presenciar un performance del renombrado grupo taiwanés “Formosa Melody Music Center”, que deslumbró al público con una actuación que fusionó tradición y modernidad, como símbolo del espíritu de amistad entre Taiwán y la Santa Sede.