Revista Sociedad

La República Democrática del Congo. La miseria del coltán

Publicado el 03 diciembre 2012 por Lparmino @lparmino

La República Democrática del Congo. La miseria del coltán

Guerrilleros del M23
Fotografía: Al Jazeera English - Fuente


El extenso país africano volvió a ocupar la prensa, aunque tímidamente, durante unos días. De nuevo, un grupo armado se había levantado contra el Gobierno en el este del país, incrementando los niveles de inestabilidad tan comunes en estas latitudes. El movimiento guerrillero M23no es más que un peldaño en la escalada de violencia y de debilidad institucional de uno de los países más pobres del mundo. Dato que encierra la gran ironía de ser una de las regiones del continente africano más rica en cuanto a sus potenciales recursos naturales, especialmente los mineros. Esta fuente de riqueza es uno de los principales escollos en el camino hacia la estabilización política del Congo y el fin de un conflictoenquistado en pleno corazón africano y excesivamente incómodo para los intereses occidentales. La historia de la República Democrática del Congo es la de África, una historia repetida trágicamente una y otra vez de codicias, injerencias externas, violencias desmedidas y demasiados intereses enfrentados.


La República Democrática del Congo. La miseria del coltán

Campo de refugiados en la R.D. del Congo
Fotografía: Julien Harneis - Fuente

La riqueza minera que acumula el país, especialmente en las provincias orientales fronterizas con Ruanda y Uganda, constituye la causa última de la sangría que sufre el país desde los años noventa del pasado siglo. Demasiados intereses económicos en los que están implicados muchos actores. El principal recurso de la zona es el coltán, del que se extrae el tantalio. Este mineral es esencial en las nuevas tecnologías. Hernán Zin, en su blog Viaje a la guerra, citaba al periodista británico de The Independent, Johann Hari, quien ha establecido una relación directa entre el aumento del uso de teléfonos móviles y el incremento de las muertes en la República Democrática del Congo. El último levantamiento guerrillero desde principios de 2012 no es más que un eslabón de una cadena en la que caciques, señores de la guerra, guerrillas e intereses extranjeros pretenden controlar la explotación minera de la región. Gemma Parellada recoge el dato ofrecido por el Grupo de Expertos de Naciones Unidas que estima la producción de coltán mensual en cincuenta o sesenta toneladas de las que, sin embargo, sólo se exportan cinco (El País, 26 de noviembre de 2012).

La República Democrática del Congo. La miseria del coltán

Niños - soldados desmovilizados
Fotografía: L. Rose - Fuente

Quizás el último levantamiento en el este del país, el movimiento guerrillero M23liderado por Bosco Ntaganda, conocido como Terminator, temible personaje con una orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional por crímenes contra la humanidad, esté relacionado con el nuevo tratado firmado por el Gobierno del Congo de Joseph Kabila, elegido democráticamente en 2006, con China; o con el anuncio de la revisión de los actuales contratos con las grandes multinacionales occidentales que explotan el coltán. De sobra es conocida la implicación de Ruanda y Uganda en estos levantamientos que apoyan financiera y militarmente. Estos dos países son los principales aliados en la región de Estados Unidos y de Europa, potencias que se verían perjudicados en sus intereses económicos en la regiónsi se permitiese la entrada del gigante asiático en el mercado del coltán. Por su parte, la ONU ha creado la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO) en 1999, la mayor misión de su historia, y que, sin embargo, se ha revelado incapaz, ha cosechado el desprecio de la población local y, a menudo, se ha acusado a los “cascos azules” de permisividad ante los desmanes de las partes combatientes.
Según diversas organizaciones, se calcula que han podido morir hasta cinco millones de personas en un conflictoque se ha calificado como la más devastadora conflagración desde la Segunda Guerra Mundial. Los niveles de crueldad demostrados por todas las partes implicadas son intolerables: la violación de las mujeres como arma de guerra (Pedro Alonso recoge en un artículo publicado en Públicoel 13 de marzo de 2012 un estudio de 2011 que indicaba que 48 mujeres son violadas cada hora en el Congo), el reclutamiento forzoso de niños– soldados, las torturas y los crímenes contra la humanidad, la población rural obligada a trabajar en las minas en condiciones de esclavitud… toda una serie de factoresque se ceban sobre uno de los países más pobres del mundo.
Luis Pérez Armiño

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