La resolución es un tema que obsesiona a los diseñadores y a los profesionales de la imprenta. Imprimir fotografías no debe convertirse en un trabajo difícil o complicado para nadie. Todos los profesionales de la imagen deberían contar con una buena imprenta o laboratorio digital para que todos los proyectos salgan perfectos. No obstante imprimir con una buena calidad es cuestión de ir probando y cogiendo el truco. Brillo, color, corte y resolución, son algunos de los elementos que hay que tener en cuenta
La resolución es lo que influye en que un proyecto sea de buena calidad o no, es decir, que la imagen se imprima en ciertas dimensiones sin que se pixele. Cuanto mayor sea la resolución de una imagen, a la hora de imprimir tendrá más calidad y se parecerá más a la realidad. De lo contrario, la imagen parecerá sacada de un videojuego antiguo con 8 bits. Lo que hay que tener en cuenta para una buena resolución, según ImprentaMadrid.com, son la cantidad de píxeles de la imagen digital. Lo que determina que una imagen digital tenga buena resolución, son los píxeles por pulgada.
A mayor número de píxeles por pulgada mejor se verá la imagen. Si cuando se ve la imagen con el zoom al 100% se ve a la perfección en el programa de diseño, no significa que a la hora de imprimirla se hará a buena calidad sin que haya errores y la imagen se pixele. Un diseñador primerizo cometerá este error descargando una imagen a un tamaño determinado, en formato “jpg”, para crear un cartel con un tamaño distinto. Lo más probable es que encuentre sorpresas cuando imprima el cartel. Un buen truco es ver la distancia a la que se contemplará la imagen que se imprimirá.
No obstante, hay que seguir siempre las mismas premisas calculando los píxeles de alto y de ancho. Por ejemplo, una cámara que hace fotografías de 1600 por 1200 píxeles, tiene una resolución de 1,92 megapíxeles. El calculo se hace así: 1600 por 1200 es igual a 1.920.000 píxeles. En pantalla la resolución se indica en píxeles por pulgada y suele estar alrededor de 72 y 93 ppp. En estos casos hay que tener cuidado, ya que en algunas ocasiones los ordenadores calculan en puntos por pulgada y no se conseguirá el mismo resultado.
Por último, una buena resolución para imprimir son 300 ppp. Sin embargo, 240 ppp también es una buena resolución si se trata de archivos RAW de cámaras reflex. Cuanto más ppp, más resolución, pero si no se trata de grandes formatos, no será necesario. En el caso de imágenes que se verán a 2 metros de distancia, con 38 ppp será suficiente.
Fuente Comunicae