Revista Comunicación

La responsabilidad social del comunicador entre la percepción y la realidad

Publicado el 10 febrero 2011 por Javier López
* Juan José Arce
LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DEL COMUNICADOR ENTRE LA PERCEPCIÓN Y LA REALIDAD
Hoy el mundo sigue con atención los acontecimientos en la Plaza de Liberación del Cairo, Egipto, donde cientos de miles de egipcios piden la dimisión de Hosni Mubarak, su líder político durante las últimas tres décadas, mientras los cables internacionales informan que la libre expresión es mancillada y los canales de comunicación son acallados.  Vemos imágenes de televisión donde el pueblo emite libremente sus  criterios en las calles al periodista que pregunte.Entre la realidad y la percepción hay un largo trecho, el impacto informativo de las noticias en Egipto es determinado por el comunicador, dependiendo del sitio y el momento donde emita la noticia y según las circunstancias de los públicos, de cómo y quién recibe la noticia.Ya lo decía una ex Ministra de Seguridad Pública ¡muy criticada por cierto! que las encuestas y los sondeos de inseguridad son un asunto de percepción. Tenía razón la estimable señora, pero sólo en parte, porque los asesinatos, los asaltos, los robos y demás actos contra la vida, son hechos comprobables y no percepciones relativas del ser humano.En ese mundo de realidades y percepciones, hay mucha tela que cortar, pero quiero ser específico en la responsabilidad del comunicador o la persona que ejerce la comunicación, ejemplarizando cuatro hitos históricos, dos en la primera mitad del siglo pasado, uno en la segunda mitad y uno tan solo 3 años atrás donde se emplearon las redes sociales y no los medios de comunicación masiva tradicionales para deformar la realidad de los hechos, a sabiendas de que hay casos donde los medios de comunicación pueden esfumar los límites entre ficción y realidad.En la primera mitad del siglo XX, más específicamente el 30 de octubre de 1938, el actor Orson Welles y el Teatro Mercurio hicieron la transmisión radial de la obra “La Guerra de los Mundos” de la novela H.G. Well, montada en un discurso caótico y fatalista donde la trama relata la invasión extraterrestre.Los radioescuchas que sintonizaron la transmisión de la CBS, pensaron que el relato era verídico y, activaron una alarma general en EE.UU. La dramatización se detuvo para informar que era tan sólo un radioteatro y los hechos no estaban aconteciendo.Años más tarde y a días del final de la II Guerra Mundial, el pueblo alemán estaba confiado de que estaban ganando la guerra porque las emisoras radiales informaban constantemente de los triunfos ficticios de sus tropas y las grandes conquistas de sus generales, como parte de la famosa propaganda Nazi. Horas después se anunció la rendición de Alemania.Asimismo, en la década de los 60, en las alocuciones de Pablo VI en Puebla y Medellín, repetía: “Quitaos los anillos de los dedos, antes de que os arranquen las manos”, ese llamado a la sensibilización por el incremento de la pobreza, la inequidad y las diferencias de las clases sociales en Latinoamérica llegó a la pueblerina Costa Rica y, bien atento, lo escuchó un infame ladrón quien se acercó a besarle el anillo a Monseñor Carlos Humberto Rodríguez Quirós, “El cartujo”, quien ni siquiera sintió el roce de los labios al anillo cuando vio desaparecer la gema, eso fue un hecho puro y simple, un hurto planificado en mera vía pública y las plegarias y los rezos a la Santísima Trinidad por parte del Arzobispo por recuperar su bien, es lo que llamo percepción. ¡Qué inseguridad tiene el país! Exclamó la gente en ese momento, quienes seguramente no gustarían de regresar para ver los niveles de inseguridad actuales.De todos esos hechos, el que más llama la atención, por ser más reciente y por el uso y  distorsión del mensaje en las redes sociales, sucedió en Brasil cuando se puso a circular una supuesta entrevista realizada por el periódico O’Globo de Brasil a Marcos Willians Herbas Camacho, conocido como “Marcola”, peligroso miembro del hampa brasileña y líder de la organización criminal Primeiro Comando da Capital. (PCC), preso en una cárcel en el estado de Sao Paulo. El encarcelamiento de peligroso criminal es un hecho.La entrevista titulada “Pierdan todas las esperanzas. Estamos todos en el infierno”, en alusión a la frase “Lasciate ogni speranza, voi ch’intrate” que adorna la entrada del infierno de Dante Alighieri en su famosa obra “La Divina Comedia”.El cineasta y periodista brasileño, Arnaldo Jabor, reprodujo el efecto de histeria colectiva de Orson Well en la radio, empleando la Internet,  los textos de la supuesta entrevista se convirtieron en un catalizador del terror y la impotencia ciudadana ante el crimen organizado, en la leyenda de “Marcola” se elaboró un discurso, con frases como la siguiente para mostrar que los poderes públicos debían eliminarse por medio de una guerra abierta:“Ustedes nunca se ocuparon de la pobreza cuando era fácil resolverla”.
“Nosotros éramos noticia, solamente, cuando había derrumbes en los morros”.
“Ahora nosotros somos ricos gracias a la droga, y ustedes están muertos de miedo”.
“Con 40 millones de dólares, en la cárcel se manda. Con ese dinero, la prisión es un hotel. ¿Qué policía va a destruir esta mina de oro?”.
“Ustedes no pueden venir a matarme en la cárcel. En cambio, yo puedo mandar a matarlos allí afuera”.
“En las favelas hay cien mil hombres-bombas”.
“Ya no existen los proletarios explotados. Ahora hay una masa cultivada en el barro, que se ha educado en el más absoluto analfabetismo y está diplomándose en las cárceles”.
“Es la post-miseria, que genera una cultura asesina, asistida por la nueva tecnología: satélites, celulares, Internet, armas modernas”.
“Es ahora cuando ustedes empiezan a tener conciencia social. Pero ya es tarde”.
“¿No vieron el tamaño de las 560 favelas de Río? ¿No sobrevolaron nunca en helicóptero la periferia de San Pablo?”.
“No tienen solución. Necesitarían muchos miles de millones de dólares, y ni eso alcanzaría, sin un profundo cambio psico-social en la estructura del país. Es imposible”.
“Nosotros somos una empresa moderna. Si un miembro flaquea, es despedido y puesto en el microondas. Ustedes tienen un Estado en quiebra, dominado por incompetentes”.
“Nosotros tenemos métodos ágiles de gestión. Ustedes son lentos y burocráticos”.
“Nosotros luchamos en terreno propio. Ustedes, en territorio ajeno”.
“Nosotros no le tememos a la muerte. Ustedes están en pánico”.
“Nosotros vamos al ataque. Ustedes están  a la defensiva”.
“Nosotros no tenemos reparos en ser crueles. Ustedes tienen la manía del humanismo”.
“Ustedes nos transformaron en super stars del crimen. Nosotros los tenemos a ustedes de payasos”.
“A ustedes la gente los odia. A nosotros, sea por miedo o por amor,  nos ayuda”.
Desafiante y apocalíptica esas frases comenzaron a causar una alarma en la población brasileña hasta que la entrevista fue negada por el propio “Marcola”, el hecho cierto es que hay una falsa entrevista publicada con fecha 23 de mayo del año 2008  como parte del experimento social. Muchos periodistas defienden que el diagnóstico del falso Marcola sirve de alerta porque es un hecho de que los narcotraficantes son seres reales, no  imaginarios.Prefiero reposar en las palabras del genio literario Dante quien coloca a los violentos y a los corruptos en el Infierno; pero también reserva un castigo para los “oportunistas” aquellos que en vida no hicieron nada, ni para bien ni para mal, y en las más sentidas palabras de mi abuela que ante las noticias recibidas – para bien o para mal – que no todo lo que brilla es oro.LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DEL COMUNICADOR ENTRE LA PERCEPCIÓN Y LA REALIDAD*Juan José Arce Vargas
Editor
Semanario Primera Plana
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