Joseph Goebbels fue proclamado ministro para la ilustración pública y propaganda en 1933, organizando un equipo de reguladores que supervisaría el trabajo de los artistas judíos en el cine, teatro, música, bellas artes, literatura, la radio y la prensa. Básicamente, eliminaba la participación judía en las principales actividades culturales alemanas requiriendoles una licencia.Para eliminar de Alemania cualquier cultura que no tuviera un origen ario, es cuestionaron a los artistas en el extranjero.
En 1938, el autor inglés J. R. R. Tolkien y su editor británico Stanley Unwin comenzaron las negociaciones con Rütten & Loening, una editorial berlinesa, sobre una traducción alemana de su reciente novela El hobbit.
Tolkien contó en privado a Unwin que odiaba la "doctrina de la raza" nazi por ser "totalmente perniciosa y no científica", añadiendo que tenía muchos amigos judíos y consideraba abandonar la idea de una traducción alemana. La editorial alemana le envió una carta pidiéndole pruebas de su ascendencia aria. Tolkien dio a su editor dos respuestas: una donde evitaba la pregunta y otra donde respondía con la clase de la época. Su editor envió la segunda:
25 de Julio de 1938 20 Northmoor Road, Oxford
Queridos señores,
Gracias por vuestra carta. Lamento no tener claro a qué se refiere con ario. No soy de extracción aira: es decir indo-iranio; que yo sepa, ninguno de mis ancestros habló hindustaní, persa, gitano o ningún dialecto relacionado. Pero si debo entender que está indagando sobre si soy de origen judío, solo puedo responder que lamento no tener ancestros de gente tan dotada. Mi tatarabuelo vino a Inglaterra en el siglo XVII desde Alemania: la principal parte de mi descendencia es desde entonces puramente inglesa, y soy un sujeto inglés - que debe ser suficiente. Me he acostumbrado, no obstante, a considerar mi apellido alemán con orgullo, y he seguido haciéndolo a través del periodo de la última guerra deplorable, en la que serví en el ejército inglés. No puedo, sin embargo, abstenerme de comentar que si las consultas impertinentes e irrelevantes de este tipo van a convertirse en la norma en materia de literatura, entonces no estará lejos el momento en que mi apellido alemán no sea fuente de orgullo.
Su petición es realizada indudablemente para cumplir con las leyes de su propio país, pero el hecho de que esto se aplique a los súbditos de otro estado debería ser inadecuado, incluso si tiene (ya que no es así) alguna relación con los méritos de mi trabajo o su sostenibilidad para la publicación, de los cuales os habéis satisfecho sin mención a miAbstammung [Ascendencia].
Confío que encontrareis esta respuesta satisfactoria, y
atentamente,
J. R. R. Tolkien
Si te ha gustado, quizás también lo haga la carta de Aldous Huxley a George Orwell, comparando Un mundo feliz con 1984. También te puede interesar la crítica de George Orwell al Mein Kampf.
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