Útrás Reykjavík, Revolución Reykjavík
En esta 57ª edición de la Seminci, la Espiga de Oro al Mejor Cortometraje se va a Islandia de la mano de ‘Útrás Reykjavík’ (Revolución Reykjavík) y su directora Ísold Uggadóttir.
La historia se remite a la Islandia de hace cuatro años, aquella que fue azotada por una crisis económica sin precedentes. Guudfinna (Lilja Pórisdóttir), es una mujer de 58, abuela de madre soltera y que acaba de perder su trabajo.
Lilja Pórisdóttir
Buscará uno nuevo, sin éxito. Intentará hacer frente a las deudas que le asolarán desde su despido. Pero sobre, y por encima de todo, lo que Guudfinna querrá es que ni su hija ni sus dos nietos descubran su nueva situación económica y laboral.
Su directora, Ísold Uggadóttir, que hace a la vez de guionista y montadora, y coproductora del corto, hace en su corto ‘Útrás Reykjavík’ una inteligente descripción de su protagonista. Consigue vislumbrar con sensibilidad su intento por nadar a contracorriente, en una silenciosa lucha que esconde a su familia.
El gran acierto de Ísold Uggadóttir es complementar ese sentir interior con la inocencia infantil de sus nietos, cómo ellos abordan, sin querer, el núcleo de la contención de Guudfinna, cada vez más cerca de la desesperación.
La película gana a nivel visual gracias a la fotografía de Óskar Thór Axelsson, que trabaja con unos azules perfectamente complementarios con el sentir del trabajo de Ísold Uggadóttir. Y, por supuesto, a la muy buena actuación de Lilja Pórisdóttir en su papel protagonista.
La película llega a las salas del Teatro Calderón en un momento donde la empatía con la vida de su protagonista no podría ser mayor con el público español. ‘Útrás Reykjavík’ es, en definitiva una narración sobre la catástrofe social de la crisis, y el drama familiar que ella conlleva.
Ísold Uggadóttir. Fotografía de Doc Pastor
Dafne Calvo
Por afecto o por defecto, pero me encanta el periodismo. Sueño con un mundo dibujado sobre viñetas, donde esté prohibido comer palomitas en el cine.
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