Ribeira Sacra
Este viaje se caracteriza por sus acantilados y sus viñedos en bancales; es el paisaje típico de la Ribeira Sacra, situada a caballo entre las provincias de Ourense y Lugo.
viñedos en bancales
La adversa orografía de este recóndito paraíso gallego ha obligado secularmente a los agricultores a construir espectaculares bancales.
Un trabajo concienzudo y diario que a cambio permite a la Ribeira Sacra ser una de las denominaciones de origen vinícolas más apreciadas de la comunidad autónoma de Galicia.
Junto a las bodegas que salpican este paraje, salvaje y silencioso, se erigen monasterios imponentes y solitarios. Levantados desde el siglo VI, dieron nombre a la zona ,que en principio abarcaba el último tramo del río Sil, y luego se extendió a la ribera del Miño.
En la alta Edad Media fue territorio elegido por los monjes para el recogimiento y el rezo, pero también para el cultivo de la vid, ya practicado por los romanos.
Visitar todos los monasterios de la Ribeira es ardua tarea, pero los más renombrados son: San Pedro de Bembibre, Taboada dos Freires, San Paio de Diomondi, Santo Estevo de Ribas y Santa Cristina de Ribas do Sil.
Monasterio Santo Estevo de Ribas do Sil
Todos están salpicados por las localidades de Sober, Nogueira, Bentraces, Maceda, Chantada, Parada do Sil, Castro Caldelas y Pobra de Trives, entre otras.
Una de las actividades más recomendadas es un recorrido, de poco más de una hora, en catamarán por el río Sil para descubrir la belleza del cañón.
También existen múltiples miradores para contemplar los cañones del Sil desde lo más alto; sin embargo, una de las panorámicas más espectaculares se muestra desde el mirador de Cabezoas. Otro de los mas frecuentados es el de ”los balcones de Madrid”.
Vista desde el mirador de Cabezoas
Es interesnate recordar que durante el Domingo de Ramos, la feria del vino de Amani lleva la fiesta al municipio de Sober. Los caldos de la zona son la excusa para festejar uno de los bienes más preciados. En la plaza, un buen número de puestos ofrecen al visitante, además de vino, excelentes platos de la cocina gallega.
Para descansar, un buen sitio es el Parador de San Estevo, ubicado en el municipio orensano de Nogueira de Ramuín. Entre sus muros perdura el silencio de su pasado como monasterio benedictino, del siglo X, y su interior es un paseo por el arte, desde el románico al barroco.
Nogueira de Ramuin
Un viaje entre la naturaleza y el devenir de la historia que nos descubre otro singular rincón de las entrañables tierras gallegas. Anímense, pongan rumbo a este hermoso lugar y disfruten de una agradable estancia.
Autor: Trotacamino