Revista Diario
Qué título tan cautivante. He de confesar que compré este libro atraída por él, por el título. Fue una compra espontánea en Madrid tras estar en Zurich un tiempo y estar un poco harta de ver tantos títulos en inglés y alemán. El nutrido idioma español, que es una delicia para los que disfrutamos de leerlo, me volvió un poco loca entre tantas opciones de la sección de libros del Corte Inglés.
Éste de Rosa Montero fue el elegido. Me volqué a la lectura sin leer su contraportada, a principios de julio. Lo podría haber terminado en un par de días, pero decidí dosificarlo para disfrutarlo más...hasta que las #Coincidencias (sí, así en hashtag. Y es que el libro usa varios que permiten entender mejor el tema en esta época tan cibernética) se hicieron abrumadoras y no lo pude continuar.
Me ganó las primera frase: "Como no he tenido hijos, lo más importante que me ha sucedido en la vida son mis muertos, y con ello me refiero a la muerte de mis seres queridos." A partir de ahí, sabía que trataría de un tema intimísimo, como el de enfrentar el dolor y la ausencia de un ser cercano, querido. El mayor que yo había sufrido, hasta ese momento, era la muerte de mi padre hace 17 años. Luego, al continuar leyendo, vi que trataría, además, de Marie Curie, la célebre polaca ganadora de dos premios Nobel, uno de Física en 1903 junto a su esposo, Pierre Curie, y otro en 1911, de Química, ella sola. En particular, se enfocaría al diario escrito por Marie tras la muerte de su esposo. Era una #Coincidencia agradable esta última, ya que en los últimos años mi afición por las biografías de mujeres célebres se ha hecho muy aguda.
El paralelismo entre la pérdida de la pareja de la autora y el esposo de Marie Curie se convierte en las vías del tren de este libro. Y no sólo eso, con el diario de Curie, vemos que el hecho de ser mujer en su época no es tan distinto al de ahora. Desde la consabida #Culpabilidad todavía presente en mujeres que se atreven a seguir sus deseos, sus planes de vida, descuidando así sus "deberes de mujer", dejando de lado el #HonrarASusPadres, hasta lograr eventualmente descubrir la #Ligereza (maravillosa virtud existencial que consiste en saber vivir el presente con plenitud serena).
Me identificaba y entendía prácticamente todo. No me resultó difícil ponerme en los zapatos de ninguna porque había vivido la muerte de mi padre y provengo de una familia con tradiciones arraigadas. Sin embargo, ¿qué me imaginaría al empezar el libro que me enfrentaría otra vez a la pérdida, a la muerte, en cuestión de días? Mi tío-abuelo murió el 14 de agosto. Semanas antes, cuando él estaba ya enfermo, fue que no pude continuar con este libro. Quizás, en mi subconsciente, no quería revivir el dolor tan fuerte que hay en torno a la muerte. Parecía que Rosa Montero me hablaba y a la vez, me confortaba.
"Hay que hacer algo con los los muertos. Hay que ponerles flores. Y hablarles. Y decir que les amas y siempre les has amado. Mejor decírselo en vivo; pero si no, también puedes decírselo después." A mi tío no logré verlo vivo otra vez. Y le dije vivo, y también muerto, cuánto lo quería. Sí, y ahora, tras la tristeza y el enfrentamiento con la ausencia, me alegro de haber vivido con #Ligereza desde antes, luego de aprenderlo con la muerte de mi padre (de ahí también lo de mis "Momentos Exquisitos").
Con Marie Curie vemos que el dolor es igual para todos, incluso para una mujer como ella, que pareciera haber sido una mujer dura y fría. La pérdida, la soledad, la impotencia, se manifiestan en todos los seres humanos, aún con su brillantez.
¿Y qué toca ahora? La reinvención. Como dice Rosa Montero, "la recuperación no existe: no es posible volver a ser quien eras. Existe la reinvención...A fin de cuentas, ahora sabes más".
Un libro que recomiendo absolutamente, en particular, a quienes han enfrentado la muerte y quieren sentir un remanso de paz.
"La ridícula idea de no volver a verte" Rosa MonteroSeix Barral Biblioteca Breve