Claudia Morales Cueto nos ofrece un nuevo curso, a partir del libro teresiano Camino de Perfección (capítulos 27-34), titulado “La riqueza del Padrenuestro”.
1. El regalo de llamar “Padre” a Dios
La oración no consiste en un trato rígido y distante; trata de lo que hay en el corazón humano y su relación filial con Dios Padre-Madre. En el camino de la oración teresiana, la determinación sólo puede ser firme cuando el orante se ha descubierto amado primero por Dios, cuando ha experimentado la mística. En el Padrenuestro, Teresa descubre este don y desea explicarlo al principiante para animarlo a trabajar en la ascesis de la entrega de la voluntad y del perdón, que son lo que puede dar Dios.
2. El pequeño cielo
En el Camino de Perfección, santa Teresa invita al orante a no buscar a Dios fuera de sí mismo, sino en el más profundo centro de su ser, en “su pequeño cielo”. Ella afirma: “El que se pueda encerrar en el cielo de su alma, camina mucho en poco tiempo” (C28,5).
3.Cerrar la puerta al mundo
En el capítulo 29 de Camino de perfección, santa Teresa explica que la forma de orar que le ayudó a crecer en la intimidad con Dios fue el recogimiento, por eso nos invita a entrar dentro de nosotros mismos y nos aconseja cómo hacerlo.
4. Santificar el nombre de Dios
La primera petición de la oración del Padrenuestro es: “Santificado sea tu nombre”. Dios ya lo sabe todo. Jesús podría resumir nuestras necesidades en una sola oración: “Danos lo que necesitamos”, pero nos quiere hacer conscientes de lo que pedimos. Cuando santificamos el nombre de Dios reconocemos su presencia entre nosotros, en medio de su pueblo (Os 11,9); su santidad no se reserva para Él, sino se extiende la comunidad con la que ha realizado la Alianza.
5.Venga a nosotros tu reino
El reino de Dios se manifiesta en lo pequeño de la vida cotidiana, cuando incluimos a quienes son relegados, y cuando optamos por el servicio, el amor y la paz. En el Camino de perfección, santa Teresa también nos dice que la oración de quietud es un regalo que Dios nos da para llevarnos a su reino, aunque sea por un momento.
6. Una invitación a la congruencia
“Hágase tu voluntad” En capítulo 31 de Camino de perfección, santa Teresa invita al caminante espiritual a reflexionar si repite esta petición porque todos la dicen o verdaderamente está dispuesto a entregar su voluntad a Dios. Todo el capítulo es una invitación a ser congruentes.
7. El pan de cada día
En el capítulo 33 de Camino de perfección, santa Teresa se conmueve ante el amor de Jesús, que conociendo nuestras debilidades humanas se queda con nosotros como el pan de cada día para que podamos determinarnos a ser siervos del amor
8.Ser buenos anfitriones
En el capítulo 34 de Camino de perfección, santa Teresa invita a reflexionar sobre la presencia real de Jesús en la Eucaristía y a recibir de verdad al Amigo que quiere venir a la posada de nuestro corazón.