Revista Salud y Bienestar
La robótica en intervenciones como el cáncer de próstata se perfila como herramienta para el tratamiento de este tipo de patologías
Por Fat
La robótica se está incorporando como parte esencial en la cirugía mínimamente invasiva. “Actualmente, más de veinte hospitales españoles han incorporado esta herramienta que permite una mayor seguridad en intervenciones que requieren gran precisión como el cáncer de próstata o el cáncer de riñón”, según el doctor Álvaro Serrano, coordinador del Grupo de Endourología, Laparoscopia y Robótica de la Asociación Española de Urología (AEU),y que participó en la XXIII Reunión de los Grupos de Trabajo de Litiasis y Endourología, Laparoscopia y Robótica, celebrada recientemente en Valladolid.
Para el doctor Humberto Villavicencio, presidente de la AEU, y primer cirujano español en utilizar los robots, “aunque a la cabeza sigue estando Estados Unidos, que dispone de más de 500 robots en activo, en Europa la cifra cada vez es más elevada. Los países europeos aún están en fase de potenciar la cirugía laparoscópica (basada en incisiones mínimamente invasivas), mientras que los norteamericanos ya han sustituido esta técnica por los robots”.
La cirugía robótica permite al urólogo trabajar con mayor precisión y reducir las complicaciones asociadas a la cirugía. Como explicó el doctor Serrano, “el impacto de las técnicas mínimamente invasivas, como son la endourología, la laparoscopia convencional y la asistida por robot, han supuesto un gran avance para esta especialidad. Hasta tal punto que ha cambiado la actitud terapéutica frente a patologías como los tumores o la litiasis, en las que hoy en día se opta por una intervención menos agresiva y de alto poder resolutivo”.
El robot proporciona una visión tridimensional, dispone de brazos que se mueven con unos grados de libertad mayor que los instrumentos laparoscópicos convencionales y además se elimina el temblor de los movimientos de la mano, por lo que facilita una operación precisa. “Pese a ser una técnica con un coste elevado, el gasto es relativo si se tiene en cuenta la reducción de las complicaciones asociadas a la operación, una menor estancia hospitalaria y que el paciente se puede incorporar antes a su trabajo”, según este experto.
Por su parte, el doctor Villavicencio indicó que “aunque la mayoría de los hospitales españoles que ya cuentan con estos aparatos están en Madrid, Cataluña y País Vasco, esta es una realidad de la que deberían disponer la práctica totalidad de hospitales españoles”. En este sentido, se mostró convencido de que “es muy probable que cuando disminuyan los costes y se simplifique la tecnología sea la cirugía del futuro”.
La principal indicación en la actualidad de la cirugía robótica es el cáncer de próstata. Esto ha sido un paso adelante que se ha dado en los últimos años para tratar este tipo de tumor. A parte de otras ventajas, la tecnología laparoscópica robotizada tiene la posibilidad de disecar y preservar con mayor precisión los nervios encargados de la erección. “En los últimos años se han incorporado nuevas indicaciones, ya que también en el cáncer de riñón está dando muy buenos resultados, y en lo que denominamos la cirugía reconstructiva, en la que las técnicas laparoscópicas asistidas por robot alcanzan unas ventajas muy importantes”, añadió el doctor Serrano.
Las técnicas de aprendizaje han cambiado mucho en los últimos años, adquiriendo la formación en cirugía robótica un papel fundamental para el profesional. Según el doctor Serrano, “la formación tiene que existir desde la etapa del residente, iniciándose bajo la supervisión de un tutor. Con este motivo, desde la AEU se están organizando cursos de formación sobre este tipo de intervenciones, que son claves para el desarrollo de esta técnica en nuestra especialidad”.
Para el doctor Humberto Villavicencio, presidente de la AEU, y primer cirujano español en utilizar los robots, “aunque a la cabeza sigue estando Estados Unidos, que dispone de más de 500 robots en activo, en Europa la cifra cada vez es más elevada. Los países europeos aún están en fase de potenciar la cirugía laparoscópica (basada en incisiones mínimamente invasivas), mientras que los norteamericanos ya han sustituido esta técnica por los robots”.
La cirugía robótica permite al urólogo trabajar con mayor precisión y reducir las complicaciones asociadas a la cirugía. Como explicó el doctor Serrano, “el impacto de las técnicas mínimamente invasivas, como son la endourología, la laparoscopia convencional y la asistida por robot, han supuesto un gran avance para esta especialidad. Hasta tal punto que ha cambiado la actitud terapéutica frente a patologías como los tumores o la litiasis, en las que hoy en día se opta por una intervención menos agresiva y de alto poder resolutivo”.
El robot proporciona una visión tridimensional, dispone de brazos que se mueven con unos grados de libertad mayor que los instrumentos laparoscópicos convencionales y además se elimina el temblor de los movimientos de la mano, por lo que facilita una operación precisa. “Pese a ser una técnica con un coste elevado, el gasto es relativo si se tiene en cuenta la reducción de las complicaciones asociadas a la operación, una menor estancia hospitalaria y que el paciente se puede incorporar antes a su trabajo”, según este experto.
Por su parte, el doctor Villavicencio indicó que “aunque la mayoría de los hospitales españoles que ya cuentan con estos aparatos están en Madrid, Cataluña y País Vasco, esta es una realidad de la que deberían disponer la práctica totalidad de hospitales españoles”. En este sentido, se mostró convencido de que “es muy probable que cuando disminuyan los costes y se simplifique la tecnología sea la cirugía del futuro”.
La principal indicación en la actualidad de la cirugía robótica es el cáncer de próstata. Esto ha sido un paso adelante que se ha dado en los últimos años para tratar este tipo de tumor. A parte de otras ventajas, la tecnología laparoscópica robotizada tiene la posibilidad de disecar y preservar con mayor precisión los nervios encargados de la erección. “En los últimos años se han incorporado nuevas indicaciones, ya que también en el cáncer de riñón está dando muy buenos resultados, y en lo que denominamos la cirugía reconstructiva, en la que las técnicas laparoscópicas asistidas por robot alcanzan unas ventajas muy importantes”, añadió el doctor Serrano.
Las técnicas de aprendizaje han cambiado mucho en los últimos años, adquiriendo la formación en cirugía robótica un papel fundamental para el profesional. Según el doctor Serrano, “la formación tiene que existir desde la etapa del residente, iniciándose bajo la supervisión de un tutor. Con este motivo, desde la AEU se están organizando cursos de formación sobre este tipo de intervenciones, que son claves para el desarrollo de esta técnica en nuestra especialidad”.
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