A pesar de comenzar la invasión tan solo 5 horas después del ataque a Pearl Harbor, quince días después, las fuerzas japonesas tomaron la isla de Wake, en el Pacífico, tras duros combates contra poco más de 500 soldados y un puñado de civiles. Capturaron a todos los supervivientes, la mayoría civiles que trabajaban para la Morrison-Knudsen Company encargados de construir una base militar aprovechando las instalaciones de un pequeño aeródromo de emergencia de Panamerican Airlines que ya disponía una decena de trabajadores en Wake. Los prisioneros fueron obligados a realizar trabajos forzados para habilitar el aeródromo de la isla, aunque los japoneses no los utilizaron durante toda la guerra. La isla solo fue abastecida de provisiones mediante submarinos.
Cuando el ejército estadounidense amenazó con retomar Wake en octubre de 1943, los japoneses tomaron a 98 trabajadores civiles y los llevaron al extremo norte de la isla y fueron ejecutados por orden del contraalmirante Shigematsu Sakaibara, como represalia. Uno de los prisioneros logró escapar de algún modo a la masacre. Lo sabemos porque volvió al lugar y grabó la leyenda "98 US PW 05/10/43" (98 prisioneros norteamericanos 5 de octubre de 1943) en una roca de coral cerca de la fosa común. Fue capturado y decapitado posteriormente por el propio Sakaibara.
Tras casi cuatro años de ocupación, el 4 de septiembre de 1945, la guarnición japonesa se rindió a los Marines. Finalizado el conflicto, Shigematsu Sakaibara fue condenado a muerte por crímenes de guerra.
La roca sigue siendo un punto de referencia en la isla. La identidad del autor nunca ha sido descubierta.
Para saber más:
Pacific Alamo. La Batalla de la Isla de Wake, de John Wukovits.