En 1931 en Rusia un botánico descubrió una planta autóctona que aumentaba la resistencia física y la potencia sexual. Esta hierba continuó siendo estudiada por científicos soviéticos en las décadas siguientes, descubriéndose una extraordinaria serie de beneficios. Pero no fue hasta principios de los años 90 cuando el resto de la comunidad científica se percató que los rusos habían descubierto una de las hierbas más sorprendentes nunca estudiadas, la rodiola.
La rodiola (Rhodiola rosea), también denominada raíz ártica, todavía es muy poco conocida en Occidente; sin embargo, ha sido utilizada por la medicina tradicional eurasiática durante más de tres milenios.
Muchos de los beneficios de la rodiola se relacionan con su función como adaptógeno, o compuesto que aumenta la resistencia del cuerpo a cualquier tipo de estrés. La liberación excesiva de hormonas del estrés por las glándulas suprarrenales provoca numerosos efectos adversos como fatiga física y mental, desequilibrios en los niveles de azúcar en sangre, depresión, inmunodepresión, alteraciones del sueño, disfunciones cardiovasculares, etc. Se ha demostrado que la rodiola regula la respuesta hormonal de cuerpo al estrés. Sin embargo, parece ser que no actúa únicamente sobre las glándulas suprarrenales sino que también combate el estrés actuando sobre el hipotálamo, que es donde se desencadenan inicialmente las respuestas hormonales biológicas al estrés.
Como la investigación sobre la rodiola continúa, probablemente la lista de beneficios se hará incluso más larga. No es sólo una de las plantas más versátiles conocidas por el hombre, sino también una de las más inocuas.
Acciones
- � Aumenta la energía física. �
- Mejora la agudeza mental. �
- Mejora la concentración y la memoria. �
- Mejora los patrones del sueño. �
- Alivia la depresión. �
- Mejora la función sexual masculina. �
- Acelera la recuperación después del ejercicio.