Ayer y hoy toca dejarse mecer por la alegría colectiva. Todo seguirá igual en casi todos los órdenes de la vida, pero no despreciemos el disfrute de la felicidad colectiva de ganar un mundial de futbol. Ya era hora.
Los éxitos deportivos de primer nivel individuales, han ido creciendo en estos 20 años y algunos deportes colectivos también, pero faltaba el futbol de la selección absoluta, porque las de niños y jóvenes también habían llegado y debemos reconocer que nada arrastra tantas pasiones colectivas como este deporte.
Una gran selección de futbol, la Roja,(que gran nombre) probablemente no sean éstos los mejores jugadores que haya tenido la selección, a bote pronto recuerdo desde los extranjeros Di Stéfano, Kubala, Santamaría, pasando por los nacionales Amancio, Luis Suárez, hasta los Butragueño y Raúl, quizás haya habido mejores jugadores, pero nunca mejor equipo, con mejor juego. El gran éxito de la Selección española es que juega francamente bien, y bonito, juegan como un equipo conjuntado y con un estilo basado en el Barsa, en Cruyff y Guardiola, con toques de la quinta del Buitre.
Me encantan el Barca y Guardiola, aunque soy madridista y reconociendo la base del equipo en la zona culé, hay que destacar que el cuerpo técnico de la Selección es madridista y acostumbrado a triunfar en grandes competiciones, por ello me parece mas destacable el triunfo actual como aglutinador de voluntades colectivas, algo que nunca antes se produjo de esta manera, es como si alguien hubiera escrito un guión difícilmente mejorable, el mundo está lleno de casualidades, pero necesitan de gentes que las traten adecuadamente, y aquí el señor castellano de 2 manos izquierdas (dice Cruyff de Del Bosque) ha realizado un trabajo excepcional.
Que los goles del guaje nos fueran alimentando hasta que un gol de Puyol, (centrado por Xavi), nos llevara al final es maravilloso, que precisamente un gol de furia del capitán del Barsa clasificara a la Selección Española es de Hollywood. Hasta que Iniesta metiera el gol de la final, eso no tiene precio, como el que sin los milagros del de Móstoles no estaríamos aquí. Grandes todos incluso los que no jugaron o los que lo hicieron poco, los catalanes, andaluces, castellanos, madrileños, canarios, navarros, valenciano y vasco. Efectivamente el trabajo en equipo y el esfuerzo colectivo es mucho más eficaz que el individual, los líderes encontrarán mejor su lugar de aportación en el conjunto, en todos los órdenes de la vida.
Un último apunte político por las banderas. Nunca se vieron tantas banderas españolas en las calles, balcones y coches, una chica jovencita en tv lo expresaba muy bien, ‘es la primera vez que se puede gritar viva España sin problemas’. Podría iniciarse una etapa en la que los símbolos nacionales empezaran a ser de todos en este país tan negro y maltratado en estas cuestiones, recordemos que hasta no hace mucho el día de la fiesta nacional (18 julio) era el de conmemoración de miles de españoles asesinados, ¡que barbaridad!. La bandera de la Democracia costaba trabajo asumirla por lo igualita que era a la franquista, y cuidado que el PCE hizo esfuerzos por globalizarla, pero costaba mucho aceptarla cuando se la apropiaban los fachas en todas sus manifestaciones, cuando la veíamos como patrimonio personal de los ultracatólicos y Conferencia Episcopal…
Los símbolos nacionales se los apropiaron una parte, eran suyos, lo cual ha favorecido que otros sintieran desapego por ellos y fueran a buscar otros, porque reconocerse en esos símbolos rojigualdas tan untados de aceite conservador era francamente difícil. De repente han llegado nuevas generaciones, y una ilusión colectiva en torno a un acontecimiento no estrictamente político y mucha gente se ha sentido liberada para acoger la bandera como símbolo nacional común, donde caben cerca los otros símbolos nacionales, que también lo son, de Asturias, Señeras o etc.