omenzó fabricando pequeños pañuelos y echarpes en la mesa de su cocina, para ayudar a la economía familiar. Terminó construyendo un negocio multimillonario con cientos de tiendas alrededor del mundo y una famosa marca “Laura Ashley” sinónimo de elegancia y distinción. ¿La clave de su éxito? Cumplió con dos reglas básicas del mundo de los negocios: creyó en sus ideas y siguió su instinto.
Laura había nacido en un pueblito de la campiña de Gales en 1925 y sus padres la habían educado con las más severas normas de la religión bautista. Desde luego, ella no sabía de marketing, estrategias competitivas, management o business plan. Sólo tenía claro que su sueldo como secretaria y el de su marido Bernard, no alcanzaban para vivir y mucho menos, con un hijo en camino. Fue en esos difíciles momentos cuando la galesa comenzó a guiarse por el olfato.
A su inspiración acudieron las verdes colinas onduladas, las músicas, mitos y leyendas de su tierra. Comenzó a practicar por las noches en la cocina, con unos pocos pañuelos y echarpes a los que engalanó con primorosos y románticos diseños. Los primeros quince que vendió tuvieron tanto éxito, que el dueño de la boutique, receloso en un principio, le encargó más y más. Pero un acontecimiento, afortunado y feliz –probablemente el toque de un hada- puso en órbita a la voluntariosa mujer.
Era 1953. Audrey Hepburn estrenaba junto a Gregory Peck la película “Vacaciones en Roma” y la diva británica lucía en su cabeza…¡un pañuelo! muy similar a los que humildemente Laura confeccionaba en su casa. Inmediatamente este accesorio se convirtió en un ícono de la moda y Ashley en un fenómeno de ventas que no paraba de crecer. Pronto se agregaron polleras, blusas y deliciosos revestimientos para la casa en ese estilo “country” que ella había comenzado a imponer.
Sus cuatro embarazos y la dedicación a los niños no fueron obstáculo para la entrepreneur, acostumbrada al trabajo duro. En los sesenta ya tenía su primera boutique en la calle más elegante de Kensington. ¡Otro éxito! que disparó la expansión, más fábricas y boutiques en Estados Unidos, Holanda e Irlanda. De los 5 empleados iniciales, llegaron a 4000 puestos de trabajo y de los pequeños sueldos que apenas les permitían comer, a una fortuna superior a los doscientos millones de dólares.
Laura Ashley se mantuvo siempre fiel a sus gustos campesinos, ignorando las novedades. Le apostó todo al romanticismo y la nostalgia…y conquistó la cima de sus sueños.
Fuentes:
. Laura Ashley – Martin Wood
. Wikipedia (inglés) Enlaces en texto.
Imágenes: Internet