De las juventudes hitlerianas a la lucha silenciosa
Sophia Magdalena Scholl nació el 9 de mayo de 1921 en Forchetenberg, en lo que entonces era la Alemania de la república de Weimar. Sus padres, Magdalena y Robert Scholl, entonces alcalde de su pueblo, educaron a sus seis hijos en el luteranismo pero desde una perspectiva humanista y libre pensadora. Sophie tuvo una infancia feliz, acudiendo a la escuela y disfrutando de un hogar agradable.Con doce años, cuando el nacionalsocialismo ya había extendido sus redes organizativas, ella, junto con otras chicas de su entorno, se unió voluntariamente a las Juventudes Hitlerianas. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que no congeniaba con sus ideas. El arresto de algunos de sus hermanos y amigos, afectó mucho al ánimo de Sophie quien ya empezó a darse cuenta de la falta de libertad que se cernía sobre los alemanes.
En aquellos años en los que aún era una jovencita, Sophie empezó a interesarse por la filosofía y a formar su propia opinión del nazismo. En 1940 se graduaba en la escuela de secundaria con un trabajo titulado "La mano que mueve la cuna, es la mano que mueve el mundo".
Sophie y su hermano Hans en un sello conmemorativo
Sophie pasó unos años trabajando como profesora en un jardín de infancia y posteriormente como profesora de enfermería en el servicio auxiliar de la guerra.
En 1942 Sophie empezó sus estudios universitarios de biología y filosofía en Múnich, donde también estudiaba su hermano Hans.
La Rosa Blanca
Sophie se integró rápidamente en el grupo de amigos de su hermano, jóvenes estudiantes que compartían aficiones culturales y literarias pero también les unía un sentimiento de denuncia hacia las atrocidades que empezaban a conocerse. Las deportaciones de judíos, los campos de concentración y las acciones bélicas de los nazis no dejaron indiferentes a aquellos jóvenes dispuestos a rebelarse contra aquella situación.Hans Scholl fue uno de los fundadores de La Rosa Blanca, un movimiento de resistencia silenciosa que pretendía denunciar y detener las actividades de los nazis. A pesar de que Hans intentó en un primer momento mantener a su hermana alejada del movimiento, Sophie le convenció de que su presencia, una muchacha inocente y sin aparente interés para las SS, podría serle de gran utilidad.
El injusto final
Busto en el Walhalla
de los hombres ilustres
El 22 de febrero Sophie y Hans Scholl junto con otro miembro de la Rosa Blanca, fueron decapitados. En los días siguientes, la actividad del grupo, a pesar de haber perdido a tres de sus más representativos miembros, continuaron distribuyendo panfletos y gritando de manera silenciosa la injusticia que años después sería condenada por el mundo entero.
Sophie Scholl pasó a formar parte del monumento conocido como el walhalla de los hombres ilustres en Alemania. Tanto ella como su hermano y toda la organización de la Rosa Blanca, se convirtieron en un símbolo de la libertad, de la valentía y de la necesidad de justicia.
Películas que hablan de ella