Si en el post anterior os hablábamos de los senderos de la infelicidad, cuatro callejones sin salida que nos impedían alcanzar la felicidad, hoy nos toca dar unas pistas para orientarnos mejor en nuestro "laberinto personal". Por supuesto no existe una ruta única y definitiva, y siempre nos encontraremos baches. De manera que... ¿qué caminos debemos escoger? ¿Cuál es la ruta de la felicidad?
PRIMEROImplicarnos en proyectos y actividades en consonancia con nuestros deseos, con nuestras habilidades, con nuestros sueños.Actividades que nos hagan sentir que de alguna manera nos estamos enriqueciendo por dentro, sobre todo cuando nuestro trabajo no sólo no nos satisface sino que es causa frecuente de ansiedad, de estrés. Si el estilo de vida que llevamos nos hace sentir esclavos, busquemos una ventana por la que entre el aire fresco. Y no sólo te hablo de practicar un hobbie con el que dar rienda suelta a tu creatividad.
SEGUNDOFomentar el espíritu crítico aumentando nuestros conocimientos. No dejar de reciclarnos, de crecer intelectualmente. Escuchar las distintas versiones sobre cada tema con el fin de obligarnos a pensar y así evitar convertirnos en esclavos y víctimas de ese supuesto exceso de información con que unos y otros tratan de manipularnos.
TERCEROAprender a demorar las recompensas en lugar de conformarnos con esos pequeños placeres con que la sociedad de consumo nos soborna y anestesia día a día. Asumir que las cosas que realmente merecen la pena no se consiguen enseguida, sino que son fruto de la perseverancia. Reconocer con valentía y corregir nuestros fallos, en lugar de lamentarnos y desistir a las primeras de cambio.
CUARTOAprender a ver la parte positiva de las cosas. Sobrevivir a las derrotas con entusiasmo y ánimo positivo, emerger de nuestras cenizas. Gozar de la vida con entereza y realismo; sin euforia pero sin fatalismo.
QUINTOCultivar la amistad. Salir de nuestro aislamiento y compartir no sólo nuestras penas sino también nuestras alegrías, nuestros logros.SEXTO
Practicar el altruismo. Participar en proyectos solidarios, formar parte de alguna asociación.Porque así, además de salir del aislamiento y romper con nuestro individualismo, descubrimos que siendo generosos, ayudando a los demás, podemos llegar a sentirnos tan bien…