Tania Roris y Ana del Pilar Zaameño han llevado a cabo 572 revisiones visuales y prescrito 417 gafas a niños en el medio rural del departamento de Oruro
Dos voluntarias de la Fundación Cione Ruta de la Luz, Tania Roris y Ana del Pilar Zaameño, han regresado hace unos días de una nueva misión óptica de la Ruta de la Luz en Bolivia.
Tania y Ana han efectuado revisiones visuales en colegios de los municipios de Curahuara de Carangas, en la provincia de Sajama, y en el de Carocollo, en la provincia Cercado. Ambos forman parte del departamento de Oruro, y están a casi 4.000 metros de altitud, en una comarca rural de Bolivia fuertemente afectada por la pobreza.
De la logística de la misión, selección de beneficiarios y alojamiento y asistencia de las dos cooperantes se encargó, como contraparte local, la Fundación Ojos del Mundo.
La Fundación Ojos del Mundo es una organización sin ánimo de lucro que lucha contra la ceguera evitable, la que se puede prevenir o curar, en algunos de los territorios más vulnerables del mundo. Ojos del Mundo inició su trabajo en Bolivia en 2003. Concretamente, en la ciudad de El Alto y su área rural de influencia, ubicada a las afueras de La Paz, con un 70 % de la población catalogada como pobre, muy pobre o indigente. Poco a poco, y gracias a la colaboración con muchas entidades, como la Ruta de la Luz, que lleva más de una década desplazando cooperantes a Bolivia, la realidad de la salud visual en Bolivia, va cambiando.
Desde el año 2016, Ojos del Mundo reproduce el mismo exitoso patrón de actuación que en El Alto, también en el departamento de Oruro. Así, y antes de que llegaran las voluntarias de la Ruta de la Luz, los profesores de los colegios en los que se desarrolló luego la acción en aquella comarca, habían aprendido a tomar la agudeza visual y preseleccionado los casos en los que la ayuda era más necesaria. «Todos los pacientes a los que revisamos, tenían, en su gran mayoría, baja agudeza visual, lo que agilizó mucho nuestro trabajo y, sobre todo, lo hizo más efectivo», señala Tania Roris.
Apoyadas por el trabajo de la Fundación, las dos voluntarias de la Ruta de la Luz han llevado a cabo 572 revisiones visuales a niños hasta 18 años con escasos recursos en estas dos poblaciones rurales del altiplano boliviano. Los talleres solidarios de Ojos del Mundo en Bolivia ya han realizado las gafas y han llevado a cabo la entrega de las mismas a los beneficiarios en un tiempo récord.
Como en todas las anteriores expediciones de la Ruta de la Luz, a Bolivia, a las dos cooperantes les ha llamado la atención las altísimas graduaciones que se han detectado, con astigmatismos en niños de 6 , 8 e incluso más dioptrías. «En España es muy raro encontrar casos de niños con graduaciones tan altas. Nos quedábamos impresionadas al comprobar que, incluso en esas condiciones, eran capaces de aprender en el colegio», sigue Tania Roris. La óptica gallega se conmovía al comprobar que los niños, incluso con tan malas agudezas «se daban por satisfechos con un poquito de graduación que les pusieses; sólo con eso, te decían que ya les llegaba». Por supuesto, cuando reciban sus gafas nuevas, corregirán por completo los defectos refractivos de los beneficiarios.
Sus ópticas también encontraron muchos casos de ambliopías -un tipo de visión deficiente que se desarrolla cuando hay una falla en el funcionamiento conjunto del cerebro y el ojo, y el cerebro no puede reconocer la visión de un ojo- precisamente en beneficiarios que nunca tuvieron la oportunidad de graduarse y, por lo tanto, de corregir sus graduaciones a tiempo. También encontraron pterigiums -lesión de la superficie ocular, que se caracteriza por la invasión de la córnea por conjuntiva y vasos sanguíneos- e incluso un Glaucoma
Tania recuerda especialmente el caso de una niña de 8 años con una miopía de 16 dioptrías «que nunca había usado gafas». A ella, sus gafas nuevas le van a cambiar su mundo.
«Es increíble como estos niños con estas graduaciones, y esas bajas agudezas visuales que nos hemos encontrado logren vivir y aprender felizmente en los colegios de la comarca. Era conmovedor recibir el agradecimiento, con todo su corazón, de cada mejora de agudeza visual que realizábamos», añade Ana, que insiste en la necesidad de concienciar a la población sobre la protección de la radiación UV con gafas de sol. «Tienen mucha conciencia de protegerse con gorros, pero no con gafas de sol», afirma.
Además de las revisiones y prescripción de las gafas, Tania y Ana también llevaron a cabo una acción formativa, impartiendo una charla sobre el papel del óptico-optometrista en España, dirigida a los alumnos de la Escuela de Optometría de La Paz, en la Escuela Nacional de Salud Pública.
Fuente Comunicae
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