Debo ser franca. La ingesta de naranja (en jugo, infusión, como fruta) me produce ciertos malestares como acidez estomacal. Mi colon anda insoportable hace una semana y decidí no atrasar más este post, así que cambié la fruta seleccionada por una radiante pera y el tiempo lo doble. Es decir debía comerme una pera en 30 minutos. Yo, la que devora dos platos de tallarines en 20… Here we are.
Deben creerme cuando les digo que este desafío ha estado en mi cabeza por más tiempo del que necesita y ha tomado mayor importancia de la que tiene. Me caracterizo por ser dueña de una ansiedad y apresuramiento sin mesura, es por esta razón que mis bellas compañeras de blog pedían a gritos que me grabara en el proceso… Debo desilusionarlas, no estoy en condiciones de verme en la pantalla grande :P.Así que intenté que la ansiedad de ingerir una fruta en minutos infinitos fuera menos dolorosa para mi mente malévola y comencé el desafío en el trabajo a las 06:40 AM, con el fin de tener la capacidad de entretenerme paralelamente en otras cosas.A las 06:47 AM, ¡ya llevaba casi la mitad de la pera! Ouch! Así que calmé las pasiones y me centré en comer una mascada por vez (este post está siendo armado a medida que voy comiendo la pera para no perderme ninguna sensación). Manías como: alargar las mangas de mi polera, sobarme las manos cada cierto tiempo, relamer los labios y morderlos, mirar la pera de reojo, son sólo algunas de las cosas que demuestran mi ansiedad. Pero, hey! ¡Lo logré!A las 07:10 AM estaba tirando al tacho de la basura el resto de mi pera así que fue definitivamente: ¡Misión cumplida!¿Qué aprendí de estos 30 minutos de autocontrol?- Que puedo tener autocontrol
- Que cuando uno saborea las cosas ¡son más ricas! =)
- Que uno siente más saciedad
- No me siento un globo al finalizar de comer
- Que se puede crear un post a partir de comerte una fruta
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