Hay periodos durante el año, meses o simplemente en nuestra vida, en que las cosas no resultan como uno esperaba y peor aún... parecieran que se confabulan para que todo sea un infierno. Un infierno a nuestros ojos, ya que como suele suceder, lo que es horroroso para nosotros no lo es para otros, pero cada uno debe hacerse cargo de sus pesares como mejor pueda y deba. Como sea, debemos abrir un poco nuestra mente y nuestros sentidos. Si están pasando todas estas cosas, es momento de detenerte a pensar qué esta ocurriendo. Hacer un alto en el camino para ver qué ocurre, por qué y qué causa en nosotros estos acontecimientos, es lo mejor que podemos hacer para obtener de ellos una lección. ¿Algo deberemos aprender no?
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Siempre he dicho que de las cosas malas uno saca lecciones. De las buenas uno disfruta. Pero cuando duelen, en el alma, y con esa intensidad característica, significa que algo está ocurriendo también en nosotros y no debemos desaprovechar la ocasión para crecer y aprender.
Lo estamos pasando mal, estamos sufriendo, pero les aseguro que nada de eso es en vano. No puede ser que nada pase dentro de nuestro interior si estamos siendo afectados de esa forma. No existe alma que no se remeza y eso deben aprovecharlo. Si la vida te da limones hagan con ellos limonada o tomense un shot de tequila, ¡pero hagan algo con ello! Verán que saldrán fortalecidas y empoderadas. Un abrazo enorme <3