Revista Viajes

La Ruta del Cacao en Tabasco

Por Viajerosv
Una de las principales razones por las que nos decidimos a hacer el viaje a Villahermosa fue porque queríamos conocer en persona la Ruta del Cacao en Tabasco. Hasta hace poco escuchamos por ahí que existía este recorrido en el que uno podía conocer el proceso de elaboración del chocolate, y desde entonces nos nació la curiosidad de verle de cerca. Pero no se trataría de simplemente ir a cualquier fábrica de chocolates en donde te muestran cómo se procesa para su venta al consumidor, que aunque también es interesante, preferimos verlo por el lado artesanal y con la historia, costumbres y tradiciones que hay detrás de la creación de esta bebida milenaria. Diana haciendo chocolate desde cero Es por ello que escogimos visitar una de las haciendas cacaoteras más importantes del estado, la Hacienda Jesús María. Ellos mismos definen la Ruta del Cacao y su hacienda de esta forma: Visitarla es descubrir un lugar fascinante, lleno de costumbres y tradiciones arraigadas, una zona de añoranzas que conserva intacto sus orígenes ancestrales en el cultivo del cacao, la elaboración del chocolate casero tradicional y actualmente de manera industrial, teniendo como misión rescatar y dar a conocer nuestros valores culturales, folklóricos y artesanales, así como la preservación, fomento y conciencia ecológica de nuestro medio ambiente, con énfasis en regenerar las últimas plantaciones del cacao criollo. Cacao considerado mundialmente el mejor por su alto contenido de grasa, mejor sabor y excelente aroma. Así lucen los granos de cacao cuando están frescos Un resumen del recorrido dentro de la hacienda   Durante la visita a la finca tabasqueña nos mostraron cómo sucede todo desde el principio. Se utiliza el de mejor calidad y se llama Cacao Criollo o Cola de Lagarto. De 50 a 70 semillas de cacao por mazorca. Injerto de Cacao Criollo a Cacao Forastero para que sea más fuerte y resistente el producto pero que siga conservando la calidad y sabor del cacao Criollo. Árboles de pimienta que son usados como árboles madre para proteger de cierta forma a los del cacao de las inclemencias del tiempo. Árboles de canela usados con el mismo propósito. Sólo la corteza es lo que se extrae y únicamente se puede hacer una vez. Le muestran a uno una vieja casa donde solía vivir la servidumbre de la hacienda, quienes se encargaban de la plantación y cosecha del cacao. La forma antigua de comenzar el proceso, era lavando los granos de cacao con cal. El mucílago es la “babita blanca” que cubre a la semilla del cacao antes de ser puesto a secar. Conoce uno lo que solía ser la casa de los patrones de la hacienda. En el área de la cocina vieja puedes ver desde el principio, cómo se secaba la semilla, se tostaba, y se molía. En la antigüedad cuando se servía el chocolate, era bien visto que la bebida se sirviera con bastante espuma, de lo contrario, se pensaba que no eras bien recibido o que no te lo daban con el cariño debido. La receta para hacer chocolate casero es: 1 puño de granos de cacao tostado pelado, 1 pimienta, un trozo de canela, algo de vainilla, y una cucharadita de azúcar. Conocimos las instalaciones de la planta donde se procesa actualmente el producto para su venta a nivel nacional y para exportación. Composición de los distintos tipos de chocolate, el amargo, semi-amargo, chocolate con leche y chocolate blanco. De principio a fin uno disfruta y aprende de este tan laborioso y delicioso proceso. Al final del recorrido puedes comprar en la tienda de souvenirs de la hacienda artículos que van desde camisetas, cachuchas, chocolates (claro!), bebidas, mermeladas, café, y muchas otras cosas típicas de la hacienda y de la región.

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