OBRAS
ALBERGUES EN ESTANZUELA Y ATENGUILLO · 22/02/2018
Cada año, alrededor de 2 millones de peregrinos caminan la Ruta del Peregrino ubicada en Jalisco, México a través de las montañas existentes entre los pueblos de Ameca y Talpa con el fin de ver a la Virgen del Rosario como un acto de devoción, fe y purificación.
Debido a la afluencia de visitantes y como un esfuerzo para mejorar la experiencia de los caminantes, el Gobierno del Estado de Jalisco y la Secretaría de Turismo de Jalisco financiaron la construcción de una infraestructura que diera albergue y servicios básicos a los peregrinos. Bajo esta encomienda se desarrollaron los albergues ubicados en la Estanzuela y Atenguillo.
El entendimiento e integración al contexto en el que se ubican, la funcionalidad,cero matenimiento, el uso de la mano de obra local y conseguir un diseño modular fueron las premisas con las que el estudio de Luis Aldrete empiezan a trabajar en este proyecto.
Fotografía: © Paco Perez Arriaga
El desarrollo de un programa que se adaptara a las necesidades del elevado aforo de visitantes es el mayor reto. Se parte de la idea fundamental de proveer sombra y agua a los peregrinos, por lo que se opta por diseñar edificios flexibles, dotados únicamente de servicios básicos, duchas, wc, lavamanos, vestidores y un gran espacio diáfano que bien podría utilizarse para dormir, descansar o como salón de usos múltiples.
Después de un análisis y entendimiento profundo del contexto, los usos y costumbres de los pobladores, los simbolismos, colores, texturas, materiales, y la utilización de los mismos de manera vernácula, se encuentran las pistas que dan las directrices para desarrollar una estrategia de diseño clara en la que, con un lenguaje contemporáneo y utilizando materiales de la región, permita a los usuarios y lugareños identificarse con los albergues, remitiéndolos a experiencias guardadas en la memoria.
La estrategia formal del proyecto nace de un módulo base, que da forma al proyecto al multiplicarse, y de esta manera pueda tener capacidad de adaptación y crecimiento. La atmósfera cobra sentido al configurarse con dos piezas de block de color adobe, una de las tonalidades predominantes de la región. Estas piezas generan una celosía perimetral en los edificios, que traducen a fachada el juego de luces y sombras generados por las cubiertas de hojas de roble utilizadas en la mayoría de los lugares de descanso de los alrededores, las cuales contienen una gran dosis de sensibilidad y calidad espacial.
Fotografía: © Paco Perez Arriaga