Hace muchos años atrás cuando me dedicaba al mundo comercial, en una de las empresas que llevaba un equipo de vendedores y nos dedicábamos a vender productos químicos para la construcción, recuerdo una espectacular enseñanza que me ofreció un jefe de obra sobre como construir de una manera excelente y “casi” perfecta los pilares y la estructura de cualquier construcción.
La charla fue extensa y para mi muy productiva porque de estos temas no tenía mucho conocimiento pero después de ella me cerraron un montón de dudas y temas que pasaba por alto.
Llevando esto al mundo del desarrollo personal me sirvió mucho esta enseñanza para mi carrera como Coach tanto a nivel personal como el que le toca a mis clientes, por eso me acostumbré en cualquier proceso de Coaching que haga ya sea individual, grupal o en los seminarios a comenzar desde la raíz hasta llegar a todo el entorno externo.
Como en una obra debemos tener buenos conocimientos sobre el terreno a construir para poner los pilares y hacer muy buenos cimientos, así la casa o edificio aguante bien todo lo que viene luego, es muy importante dedicar tiempo al estudio previo antes de comenzar la obra.
Con nosotros las personas pasa algo parecido, todos gozamos de muy buenos cimientos y pilares para construir nuestra vida pero el gran problema que tenemos, es que la mayoría de las veces construimos y nos embarcamos en proyectos, estilos de vida, compromisos, trabajos, relaciones, deseos, expectativas que nuestra estructura no puede soportar debido a que no tenemos el terreno adecuado para tales construcciones.
Cuando en determinados momentos de nuestras vidas nos surge la necesidad imperiosa de cambiar el rumbo en alguno o varios aspectos, esto se debe a que nuestros cimientos no están hecho para eso, con lo cual si decidimos hacerlo corremos serios riesgos de que aparezcan grietas, fisuras, socavones y hasta que tambalea nuestra estructura, aunque también en muchos casos directamente se produce el derrumbe total sin previo aviso.
Por eso para mi fue un auténtico descubrimiento aquella charla el conocer la cantidad de factores que debe tenerse en cuenta a la hora de construir y lo mismo me ocurrió cuando comencé un proceso de Coaching antes de saber que quería dedicarme a ello, sobre la importancia de nuestros pilares como persona, entre ellos nuestros VALORES.
Conocer quién eres de verdad y saber qué quieres para tu vida puede ayudarte a evitar que en tu camino sufras varios derrumbes; también te aportará soluciones a cerrar grietas y aguantar fuertes tormentas.
Si te interesa conocer tus cimientos te vendría estupendo que te subas al tren que hace la ruta “Reconociendo tus Pilares”, porque en este camino harás un viaje al centro de tus cimientos, pasarás por las estaciones de los VALORES, TALENTOS, HABILIDADES, VISION de VIDA y la HUELLA que quieres dejar.
Una vez visitada estas estaciones muy agradables para tu vida, recorrerás los pueblos de tus creencias limitantes, saboteadores, egos, emociones que te esclavizan y apegos.
Ya pasado todo esto, llegarás al inicio del viaje con un pleno conocimiento de tus cimientos y pilares, como también de todo aquello que debes mejorar y evitar para que tus cimientos no sean debilitados.
Después de este viaje tendrás una total claridad de la valía de tu terreno como persona y qué proyectos puedes construir a partir de lo que eres. Otra ventaja de conocer a fondo tus cimientos, es que cuando aparezca alguna grieta, sabrás porqué se ha originado y cuales son las vías adecuada para repararlas de un modo efectivo y contundente.
La ruta del tren “Reconociendo tus Pilares” puede que sea el viaje más rentable que puede hacer.