Posiblemente, la pequeña ciudad de Kiruna, en pleno corazón de Laponia sueca, sea una de las ciudades más tristes y grises que haya visitado nunca (¿Sí o no Belfast?), quizá os parezca muy tajante, pero lo cierto es que ni siquiera nada me pareció digno de fotografiar, reviso ahora las instantáneas de ese día y no encuentro ninguna adecuada, tal vez, esa jornada fría y lluviosa de últimos de Septiembre no atraía mi inspiración.
También sería muy injusto juzgar una ínfima parte de terreno que descubrí y que comprende la extensa región de Laponia, abarcando 4 países, pero lo cierto es que la visita a estas tierras tan míticas, supusieron una pequeña decepción, tal vez por mis altas expectativas creadas. Las películas de Santa Claus, la serie Noeli y las novelas de Åsa Larsson puede que tengan parte de culpa en esto.
Parque Nacional de Abisko
La ciudad industrial de Kiruna, vive de sus circundantes minas de hierro, aproximadamente el 90% del hierro que consume Europa, proceden de sus minas, la ciudad está en la primera fase de lo que supondrá el mayor desplazamiento geográfico de una ciudad jamás visto. Toda ella, será movida 4 Km. al norte, para evitar ser engullida por un enorme pozo minero.
El gran tesoro que guarda Kiruna es su Kyrka (Iglesia), de un rojo granate intenso, fue construída íntregramente de madera de pino para que se asemejara a una gran cabaña lapona, fue votada como el edificio más bonito de Suecia en 2001. Sus remates exteriores simulan las escamas de un dragón.
Además del famoso Hotel de Hielo (Empieza a construirse en el mes de Octubre) en el cercano pueblo de Jukkasjärvi se encuentra la iglesia de madera más antigua que se conserva en Laponia del pueblo Sami (siglo XVII) , cuenta con un maravilloso retablo.
La creencia religiosa Sami es chamanista, según su creencia, todo elemento de la naturaleza, de los animales o minerales tienen alma. Vale la pena no perder esta visita, tanto por la iglesia como por sus alrededores, sus jardines y un pequeño museo al aire libre están recreados con una pequeña representación del folklore y cultura sami.
Otra de las mayores atracciones de la zona es adentrarse en el Parque Nacional de Abisko, desde donde parte el mítico Kungsleden (Sendero del Rey) una de las rutas senderistas más espectaculares del mundo (450 km.) que discurre entre la densa vegetación de la zona, entre lagos, caudalosos ríos, cataratas, puentes de madera, pastores de renos lapones y cabañas-refugio.
Y tras poco más de un día, nuestra estancia (más bien de tránsito) por tierras laponas toca a su fin, es hora de regresar al sur de Suecia y emprender la última etapa de La Ruta Escandinava: Nos esperan, Uppsala y Sigtuna.
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