Gregorio de Mier y Terán, nace en 1796 (18), en el pueblo perniano de Santa María de Redondo, seguramente descendiente de los Mier de Asturias que llegaron a repoblar esta tierra, como sucedió también en otros pueblos de nuestra montaña.
Su padre, Antonio Mier y Terán, era síndico recaudador del convento franciscano del Corpus. Su madre, Antonia Alonso Terán, era natural de Piedrasluengas. Nieto por parte de padre de Felipe de Mier López y Manuela Mier Duque. Y por parte de madre, nieto de Josef Alonso, vecino y natural de Piedrasluengas, y de Antonia de Terán, natural de Puente Pumar, en el valle de Polaciones. Los abuelos paternos de Gregorio (19), Felipe y Manuela, se casaron el 26 de Julio de 1753, y eran hijos, respectivamente, de Felipe de Mier Duque y Josefa López. Y de Antonio de Mier y Francisca Duque.
Su hermano José, el primogénito, de 25 años, figura como regidor en el padrón del mismo año y en 1820 aparece como Alcalde constitucional de Redondo en la escritura de "recorrido de la mojonera" (20), tradición que se verifica cada nueve años entre Redondo y Brañosera.
Antonio Martínez (21) era el cura que lo bautizó y fue su padrino Antonio de Mier Morante, que será, juntamente con José de Mier Torices, quien promueva en 1817 el expediente de filiación e hidalguía en la chancillería de Valladolid. Sus padres fallecieron en San Juan de Redondo en 1809, con cuatro días de diferencia, cuando su hijo Gregorio contaba 12 años de edad.
Gregorio emigra a México en 1818, tenía 22 años, y va en pos de su tío Antonio, de quien recibe en herencia ranchos, haciendas y numerosas fincas urbanas. Parece que había cursado estudios superiores. Se casó con su paisana Mariana de Celis y Dosal (22), hija de Mateo y Evarista.
El matrimonio tuvo un hijo y tres hijas. Teresa y Dolores se casaron y vivieron en París. Por la importancia que tuvo, desglosamos a continuación la ficha de su hijo Antonio. Por su parte, Luisa, la mayor de sus hijas, contrae matrimonio con el empresario gaditano afincado en México, Isidoro de la Torre Gil, hijo de una familia de emigrantes que logró allí, como bien investiga el académico Manuel Revuelta González, y cita posteriormente el perniano Valentín Ruesga, (23) una posición acomodada.
El algún momento de la historia de aquel país, Gregorio fue el personaje más importante de la economía mexicana, basando su negocio en los préstamos con interés, garantizados con hipotecas de bienes rústicos y urbanos. Oyarzabal Salcedo hace públicos los préstamos que se le debían a Gregorio en el momento de su muerte (1869) con sus capitales y réditos y otro con la lista de los arrendamientos de sus ranchos y herencias (24).
Aunque se habla de su defensa por un México independiente, se adaptó a los gobiernos republicanos que siguieron para lograr eludir las expulsiones de españoles en 1827 y 1829. En 1847, en la guerra que mantiene México con los EE.UU., hace importantes donaciones al gobierno del general Santa Ana. En abril de 1849, los vecinos de Laredo (México), a través de su gobernador, trasladan al ministro su idea de establecer una nueva colonia a orillas del rio Salado, en los terrenos de la hacienda del Carrizal, propiedad de Gregorio. En 1850 éste cede el terreno, que en principio llevará su nombre y que terminará conociéndose como Nuevo Laredo.
Más adelante fue consejero del presidente Miramón, dirigente de los conservadores, y partidario del emperador Maximiliano. Gregorio, cuida y multiplica lo que recibe de su tío, por lo que se le conocerá allí como el "Rotschild mexicano, con buen motivo, ya que nuestro paisano controlaría en gran parte, como ya hemos visto, el sistema crediticio y financiero de México en la primera mitad del siglo XIX.
Murió rico y prestigioso a los 72 años.
Imagen: Casa de Gregorio de Mier, en Santamaría de Redondo
[18] En el libro de bautizados de San Juan de Redondo que va desde 1769 a 1852, figura, en fol.79, la partida de bautismo de Gregorio de Mier.
[19] Libro de Velados, 1748-1852.
[20] Archivo Histórico Provincial de Palencia: legajo 1.327: índice de escrituras públicas que el citado año pasan por el Oficio de don Gaspar Gómez Inguanzo.
Entre los pueblos de Redondo y Brañosera se celebra cada nueve años el deslinde de los respectivos términos, "corriendo la mojonera" sobre el terreno, acto que se verifica ante notario público que levanta escritura del mismo Los términos de Redondo (San Juan y Santa María) y Brañosera reviven cada nueve años en el mes de septiembre esta tradición, que consiste, fundamentalmente, en recorrer los mojones de Sel de la Fuente, a fin de comprobar que los mismos no han sido cambiados, modificados o alterados.
[21] En el libro de bautismo de Gregorio de Mier y Terán. "En 27 de este año 1796 -escrito en letra-, yo, Don Antonio Martínez, beneficiado de preste y sacerdote en la parroquia de San Juan del Valle de Redondo, bauticé, puse óleo y crisma, e hice los demás exorcismos que previene el ritual romano a Gregorio, hijo legítimo de Antonio de Mier y Antonia Alonso de Terán", reza en el escrito.
[22] Laureano Pérez, al mencionar a Mariana de Celis, cita que nació en Santa María de Redondo en 1790, aunque el académico Manuel Revuelta González, en un interesante ensayo publicado por la Institución Tello Téllez de Meneses, dice no haber encontrado la partida de bautismo de Mariana, y tampoco la de su matrimonio con Gregorio de Mier.
[23] Huerta, M.T., "Isidoro de la Torre, el caso de un empresario azucarero" (Cardoso, C.F.S. (coord.); Revuelta González, Manuel, "Finanzas y Poesía: México y Palencia a través de la familia Mier y Pesado", Institución Tello Téllez de Meneses., 2000.
Valentín Ruesga, La ascendencia perniana de los Grimaldi, blog Orígenes, 2016.- Isidoro de la Torre Gil había nacido en 1814, hijo de Isidoro Francisco de la Torre Cossío y de Josefa Gil Carsi, que habían contraído matrimonio en 1808. La familia emigró a México y allí pudo alcanzar una posición acomodada y bien relacionada.
[24] Oyarzábal Salcedo, S., "Gregorio Mier y Terán en el país de los especuladores, 1830-1869", (Cardoso, C.F.S. (coord), "Formación y desarrollo de la burguesía en México Siglo XIX, (Ed. Siglo XXI, México 1978, 140-187.