Conclusiones finales
Ya hemos dejado claro que fue Laureano Pérez Mier el que se encarga de mover todas las fichas en 1957, a raíz de publicarse un reportaje en la revista Hola con motivo del 700 aniversario del principado. Allí se asegura que Gregorio pertenece a la linajuda familia santanderina de Mier y Terán y para desmentirlo y reafirmar su palentinismo, el sacerdote investiga la genealogía familiar en los libros parroquiales de San Juan y de Santa María de Redondo, en el archivo de la Real Chancillería de Valladolid, en el protocolo notarial de Cervera de Pisuerga -actualmente en el Archivo Histórico Provincial de Palencia-, y en un libro titulado "Apuntes de viaje. De México a Europa", del que es autora Isabel Pesado, esposa de Antonio de Mier y prima política del jurisconsulto de Verdeña, Matías Barrio y Mier.
Se trata del Gregorio de Mier y Terán, que nace en 1796, seguramente descendiente de los Mier de Asturias que llegaron a repoblar esta tierra, como sucedió en otros pueblos pernianos, y no de otro con igual nombre y apellidos que nace en Hoz de Abiada, localidad del municipio de la Hermandad de Campo de Suso, que comparte con Proaño y Villar el lote de caza mayor de la Reserva del Saja y donde se puede admirar la iglesia de Santa María, una de las mejores joyas del barroco en el ámbito rural.
Entre las notas curiosas, supimos también que los padres de aquel Gregorio de Mier, Antonio de Mier y Mier y Antonia Alonso de Terán, fallecieron en San Juan de Redondo, en 1809, con cuatro días de diferencia, cuando su hijo Gregorio contaba 12 años de edad.
Cómo, Gregorio emigra a México en el siglo XIX, haciendo una gran fortuna, razón por la que será conocido como "El Rotschild mexicano", una suculenta historia que ya abordaba en el libro "Cervera, Polentinos, Pernía y Castillería", que en 2014 llegaba a la tercera edición.
@De la sección "La Madeja", en Diario Palentino, 2016